Pretender sustituir la Navidad no es “inclusivo”, esto favorece al fundamentalismo islámico que persigue a cristianos y musulmanes moderados

Decir «¡Feliz Navidad!» se ha vuelto políticamente incorrecto, al punto que la Unión Europea publicó un manual donde disuadía a evitarlo y reemplazarlo con «felices fiestas». En nombre de la «inclusión» se está excluyendo del lenguaje la razón de ser de la fiesta más esperada del año: la Natividad.

Con la idea de no incomodar a la población inmigrante, en particular de naciones islámicas, la Unión Europea sugería optar por censurar la Navidad del lenguaje. Sin embargo, tras la presión de legisladores conservadores de Italia y de señalamientos por parte del Vaticano, apenas cinco horas después de publicado el manual, la Unión Europea dio marcha atrás.

En nombre del «multiculturalismo» se pregona un fundamentalismo laico y se pretende suprimir todo lenguaje cristiano. Aunque la Unión Europea reculó, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mantuvo el lineamiento y deseó unas «felices fiestas» en lugar de una «Feliz Navidad» en su mensaje a «todas y todos».

Sin embargo, al dirigirse a las misiones humanitarias y de paz en el exterior, al igual que las unidades españolas, Pedro Sánchez sí hizo mención a la Navidad, pues se dirigía a un público meramente español y al servicio de la patria, no a la población inmigrante. Es necesario ver el video hasta el final para encontrar la referencia navideña. En el texto nuevamente se prefiere usar «felices fiestas».

Los musulmanes sí celebran Navidad

Aunque hay fundamentalistas que se oponen, particularmente wahabitas y salafistas (que ya tienen presencia en España y forman parte de las corrientes más extremas dentro de los sunitas), la Navidad sí es celebrada por la población islámica. De hecho, Jesús (Aisa en árabe), es considerado un profeta del Islam, y su madre, María, es la mujer más destacada del Corán. De manera que la Navidad no tendría por qué ofender a los musulmanes.

Por el contrario, en nombre de la inclusión, la censura políticamente correcta sucumbe a la presión de las vertientes más radicales y violentas del Islam, en lugar de apelar a la mayoría de los musulmanes y hacerlos partícipes de las tradiciones cristianas que ambas religiones pueden tener en común.

Y no aplica la excusa de la laicidad. Pues aunque Pedro Sánchez minimiza el saludo a los cristianos en su fiesta más importante, el nacimiento de Jesús, sí saludó en 2018 a los musulmanes en la fiesta de Eid Al Fitr que celebra el fin del ayuno del Ramadán.

De hecho, en Irak la Navidad se está volviendo la fiesta más popular entre los musulmanes. Después de la derrota del grupo terrorista conocido como el «Estado Islámico», o ISIS, muchos iraquíes dijeron a los medios locales que estaban celebrando la Navidad para mostrar tolerancia y solidaridad con las minorías que el grupo extremista había perseguido tan brutalmente.

«Sí, podrían ser todas esas razones», especuló Bashar Matti Warda, el arzobispo católico caldeo de la ciudad de Erbil, en el norte de Irak. «Pero como iraquí, creo que también podría ser sobre el mensaje detrás de la Navidad, que es uno de alegría y buenas noticias. El pueblo iraquí ha experimentado muchos momentos difíciles en las últimas décadas. Esta es una forma no solo de celebrar, sino para luchar contra la desesperanza», sugirió Warda.

El arzobispo señaló la forma en que sus compatriotas recibieron la visita del papa Francisco a principios de este año. «Vimos a tanta gente participando, no solo cristianos», le dijo a DW. «No se trata solo de tolerancia, se trata de la necesidad de encontrar la alegría».

Francisco visitó las iglesias destruidas y hasta demolidas por ISIS. Desde las ruinas se dirigió a los fieles. “Qué cruel es que este país, la cuna de la civilización, haya sido afectado por un golpe tan bárbaro”, dijo Francisco dentro de la Iglesia de la Inmaculada Concepción. “Con antiguos lugares de culto destruidos y muchas miles de personas, musulmanes, cristianos, yazidíes, que fueron cruelmente aniquilados por el terrorismo y otros desplazados o asesinados por la fuerza”.

Irak, como Estado, existe recién después de la Primera Guerra Mundial que destruyó a los grandes imperios de la época y dio lugar al Estado-nación como institución. Históricamente la región se conoció como Caldea, por lo cual los cristianos iraquíes se denominan caldeos. En el censo de 1987 había 1,4 millones. Pero dada la persecución de grupos fundamentalistas, se han diezmado, al igual que todas las minorías étnico-religiosas.

Sin embargo, sus raíces son profundas en Irak. Muchos de los pasajes y lugares bíblicos están situados en lo que hoy es Irak, como Nínive, hogar de la historia de Jonás, la torre de Babilonia, entre otros.

En lugar de hacer como Irak, que ha visibilizado la Navidad como símbolo de esperanza y unidad, el Gobierno socialista de España ha adoptado por la corrección política, prefiriendo en vez de integrar al distinto, opacar la cultura propia en favor de los más radicales que reprimen a las minorías.

Por ejemplo, la minoría chiita (también islámica) enfrentó militarmente a ISIS y recuperó las iglesias cristianas. En el caso de la denominación chiita duodecimana, por ejemplo, tienen como mandato la protección de los cristianos. Pues según su tradición, su mesías, el imán duodecimano, nacerá del vientre de una mujer cristiana, y combatirá junto a Jesús al fin de la «era oscura».

Entonces, acceder a esta minimización de la Navidad, en lugar de apelar a lo común entre las culturas, fija posición a favor de las vertientes más violentas que vulneran no solo a los cristianos de Medio Oriente sino también a las minorías islámicas que no antagonizan con los cristianos.

Mamela Fiallo Flor – Panampost.com

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