Redacción BLes – Científicos exploradores están dispuestos a pagar 250.000 dólares para visitar en 2022 los restos del Titanic alojados en las profundidades del océano desde hace 110 años.
La excursión científica planifica llegar a una profundidad de 3.810 metros en las heladas aguas del Océano Atlántico Norte en el verano del año que viene, pero no se trata de un viaje de placer, sino una serie de exploraciones de 8 días cada una que comenzarán en mayo y terminarán en junio para recopilar imágenes y datos, según explica la compañía organizadora OceanGate Expeditions.
OceanGate Expeditions Titanic dive crew sets a record for reaching the Titanic depths of 3,748M (12,296 feet) in a 5-person carbon fiber submersible. This team of five descended to these depths in 2.5 hours landing directly in the least documented area of the debris field. pic.twitter.com/Xrk0cawxmn
— OceanGate Expeditions (@OceanGateExped) July 26, 2021
"There's a whole other world below the sea, especially down that deep,” Joseph Wortman, a Mission Specialist on our 2021 Titanic Survey Expedition, told @SaltWireNetwork. Read the story here: https://t.co/NG0S8WRw5v pic.twitter.com/zd6MXbXbds
— OceanGate Expeditions (@OceanGateExped) November 19, 2021
El submarino “Titán” con el que llegarán hasta los restos del barco, está fabricado en fibra de carbono y titanio, equipado con cámaras de alta resolución y puede transportar hasta cinco personas.
Durante cada inmersión del submarino que dura de ocho a diez horas, se podrán capturar imágenes que ayudarán a determinar el porcentaje de descomposición del naufragio, además de evaluar la vida marina que habita allí.
Según informó el Daily Mail, Aaron Newman, uno de los especialistas de OceanGate Expeditions que realizó la misma expedición en 2021 declaró en un comunicado que ‘era algo sacado de Discovery Channel o National Geographic. Fue muy surrealista y sorprendente”.
“Esta es una de las experiencias más interesantes y únicas que he tenido. Menos de unas 200 personas han ido alguna vez al Titanic y han visto los restos del naufragio en 110 años”.
“Incluso bucear a casi 4.000 metros [13.123 pies] en un sumergible es una experiencia en sí misma. ¡De eso se trata la vida!”, dijo Newman.
The state of the #Titanic is ever-changing. OceanGate Expeditions is dedicated to documenting these changes by exploring the site each year in our five-person submersible, Titan. Learn how you can join us as a Mission Specialist on our next expedition: https://t.co/lRbOSyzUq5 pic.twitter.com/6aSpBem4s2
— OceanGate Expeditions (@OceanGateExped) October 29, 2021
Mientras que PH Nargeolet, un experimentado expedicionista quien mencionó que realizó más de 30 inmersiones en el naufragio más famoso del mundo durante los últimos 30 años, dijo que “el arco es la parte más emocionante del Titanic para ver”.
“Año tras año he visto mucho deterioro. No va más rápido, pero puedes ver más del interior de la nave a medida que los restos del naufragio se descomponen. Además, el mástil se ha caído sobre la cubierta del pozo”, contó.
“Cuando ves el naufragio con tus propios ojos, es muy diferente a verlo a través de una cámara ROV. Tienes que verlo con tus propios ojo”, señaló Nargeolet.
La expedición con los ‘científicos ciudadanos’, que incluye arqueólogos y biólogos marinos, partirá desde St. John’s en Terranova, Canadá, hasta llegar al lugar donde descansan los restos del naufragio.
OceanGate también llevará aproximadamente 40 personas que pagaron para ir y se turnarán para realizar la expedición.
“Alguien pagó $28 millones para ir con Blue Origin al espacio, ni siquiera a la luna”, dijo a The Columbian, Renata Rojas, una mujer de 53 años de Hoboken, Nueva Jersey, obsesionada desde niña con la historia del Titanic. “Esto es barato en comparación”.
El 14 de abril de 1912, cinco días después del inicio de su viaje inaugural desde Southampton, Canadá a Nueva York, el crucero se hundió tras ser golpeado por un iceberg. Los restos del icónico barco fueron descubiertos en 1985, y desde entonces solo 250 afortunadas personas los han podido ver.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, es probable que el casco y la estructura del barco colapsen en los próximos 40 años.
Vanesa Catanzaro – BLes