Redacción BLes– El fundador de Exit International, la empresa fabricante de las polémicas “cápsulas de la muerte”, Dr. Philip Nitschke, informó: “No hay ningún problema legal” en Suiza para el uso de sus cámaras que minimizan las molestias a las personas que desean morir anticipadamente.
Luego de que el suicida ingresa en esa cámara presiona un botón que libera nitrógeno, reduciéndose el contenido de oxígeno del 21% al 1%, generando así la pérdida de la conciencia del individuo, quien moriría entre 5 y 10 minutos después, de acuerdo con Swissinfo del 6 de diciembre.
Por su parte, el doctor Daniel Sumalsy, profesor de ética biomédica en la Universidad de Georgetown y opositor al suicidio asistido, determinó que “es mala medicina, mala ética y mala política pública”.
Y agregó: “Convierte el asesinato en una forma de curación y no reconoce que ahora podemos hacer más por los síntomas a través de los paliativos que nunca antes”, según citó Newsweek en el 2017.
En este sentido, la Asociación Médica Mundial (AMM) reiteró que tanto la eutanasia como el suicidio con ayuda de médicos violan “los principios de la ética de la medicina”, en la 70.ª Asamblea General celebrada en Tbilisi, Georgia, Europa.
La versión más reciente de la cápsula estaría disponible el año próximo, expresó Nitschke, para los interesados en esa manera de muerte asistida.
Nitschke busca que no haya interferencias en el proceso que seguirán sus clientes, a pesar de las objeciones de los especialistas.
“Naturalmente, hay mucho escepticismo, especialmente por parte de los psiquiatras. Pero nuestra idea conceptual original es que la persona haga un test online y reciba un código para acceder al Sarco”, insistió Nitschke.
Y agregó: “Queremos eliminar cualquier tipo de revisión psiquiátrica del proceso y permitir que el individuo controle el método por sí mismo” declaró el fabricante.
Una vez esté la persona dentro de la cápsula se le harán una serie de preguntas y, cuando haya respondido, podrá pulsar el botón del interior de la cápsula para activar el mecanismo letal.
Suiza permite el suicidio, para acceder a él es necesario que intervengan uno o varios médicos para prescribir el pentobarbital sódico y se confirme la capacidad mental de la persona.
Asimismo, la legislación de Bélgica, Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos, contiene políticas similares. En otros países vecinos es válida la eutanasia pasiva o la desconexión del tratamiento de soporte vital.
Además del creciente número de personas que quieren evitar el sufrimiento al morir, hay agendas que impulsan el suicidio, por diferentes razones.
Una de ellas sería la del New York Times, de acuerdo con las denuncias del abogado y escritor estadounidense, Wesley J. Smith, al referirse a un artículo de la columnista, Susan Jacoby, en el que “hizo un llamado poco velado” al suicidio asistido de los ancianos.
Para Jacoby, los ancianos se convertirían en una fuente de problemas y cargas económicas familiares y sociales.
“Siempre podemos contar con el New York Times para promover políticas públicas destructivas y agendas sociales”, enfatizó Smith.
Y agregó: “¿Cómo puede considerarse que el que un médico ponga fin a la vida de un anciano sea “una actitud más saludable hacia el envejecimiento”? Por el contrario, denigraría a los ancianos transformándolos en una casta asesinable, en cuanto necesiten atención”.
José Hermosa – BLes.com