Redacción BLes – Un estudio publicado el 29 de noviembre muestra la preocupante cifra de mujeres que fueron hospitalizadas en 2020 en Reino Unido con graves complicaciones provocadas por los medicamentos abortivos. 

La investigación que reportó en su página web la organización provida de Gran Bretaña, Sociedad para la Protección del Niño por Nacer (SPUC), reveló que más de 10,000 mujeres requirieron tratamiento hospitalario tras la ingesta de las píldoras abortivas en sus casas desde que el estado aprobó en 30 de marzo “el aborto en el hogar”, según indica el informe, para atender las demandas durante los cierres por el Covid-19 (Virus PCCh). 

El reporte que incluyó 85 solicitudes de libertad de información (FOI, por sus siglas en inglés), a las clínicas del Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido, mostró que 1 de cada 17 mujeres sufrieron los efectos más graves.

Las consecuencias que revestían mayor gravedad correspondían a las mujeres gestantes que tuvieron un aborto incompleto y retuvieron en su útero restos de los fetos, los cuales representaron el 5.9% de los casos.

De estos, el 3% necesitó una intervención quirúrgica para extraer los restos fetales, mientras que el 2.3 % recibió tratamiento por las hemorragias en un hospital del Sistema Nacional de Salud. 

Pero, los que llevaron a cabo la investigación, subrayan que estas tasas podrían estar subestimadas si algunas de las mujeres indicaron en el hospital que estaban cursando un aborto espontáneo y no provocado por píldoras abortivas. 

En el estudio se menciona además que cada mes, una media de 10.000 mujeres se autogestionan su aborto médico en casa: 7.500 con ambas píldoras (misoprostol y mifepristona) y 2.500 usando misoprostol después de la mifepristona en la clínica, una cifra alarmante por el número de vidas por nacer que están siendo eliminadas y por el riesgo al que se están exponiendo las mujeres cuando se someten a esta práctica. 

Los datos recolectados llevaron a los investigadores dirigidos por Kevin Duffy de Percuity LTD, una consultora independiente orientada al análisis de datos de investigación de salud pública, a plantear que “las complicaciones derivadas del fracaso del tratamiento del aborto con medicamentos son comunes” pero que no están siendo informados por los proveedores de aborto y el Departamento de Salud y Atención Social del Estado.

Respecto de esto Kevin Duffy expresó que esta omisión “demuestra claramente lo que debe cambiar y por qué el gobierno no debe hacer permanente la ‘telemedicina’ del aborto en casa. Ha llegado el momento de terminarlo”, agregó.

Según contó Duffy en una entrevista anterior con SPUC, tras haber estado trabajando para Marie Stopes International (MSI), uno de los proveedores de abortos más grandes del mundo, ahora trabaja con organizaciones provida en Gran Bretaña. 

Luego de conocer que en 2020 el Reino Unido anunció que las mujeres podrían obtener píldoras abortivas a través del correo, comenzó un proyecto que denominó “cliente encubierto” para descubrir más de cerca cómo operan los proveedores de abortos en Gran Bretaña. 

Duffy relató la inesperada sorpresa que tuvo en su misión encubierta:

“Después de solo dos llamadas telefónicas que no llevan más de una hora en total, una mujer que no existe, que no está embarazada, que no está registrada en la consulta del médico de cabecera, que engaña al proveedor del servicio sobre su historial médico y su edad gestacional, incluso cambia su edad gestacional a mitad del proceso, es capaz de obtener las píldoras abortivas, un servicio por el que el proveedor del aborto es pagado por el NHS. Y lo califican como un fantástico avance en la atención sanitaria a las mujeres”, dijo.

Kevin Duffy expresó también que reconoce que la vida comienza en la concepción y que quiere que se acabe con el aborto a demanda. 

Y declaró su firme oposición a que el dinero de los contribuyentes británicos sea utilizado además para financiar abortos en otros países mediante organizaciones pro-aborto como MSI, “que socavan la constitución de los países donde el aborto es ilegal”, escribió la organización provida SPUC (Sociedad para la Protección del Niño por Nacer).  

Su Director Ejecutivo dijo: “Una vez más, el SPUC pide al Gobierno que ponga fin, con efecto inmediato, a los peligrosos procedimientos de aborto a domicilio, que ponen a las mujeres en un nivel de riesgo inaceptable. Debemos proteger a los no nacidos y debemos proteger a las mujeres”.   

Vanesa Catanzaro – BLes

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