Si bien el 10 de diciembre más de 150 países firmaron el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular son muchos los que se apartan de los lineamientos declarados en él, y se negaron a asistir a Marrakesh, Marruecos, lugar donde se celebró la conferencia.

Todavía falta la etapa final, que se dará el próximo 19 de diciembre, cuando sea ratificado ante la Asamblea General de Naciones Unidas, pero países como, Estados Unidos, Australia, Austria, Letonia, República Checa, Hungría, Chile, República Dominicana, Polonia y Eslovaquia, entre otros,  porque ven que las disposiciones contenidas son contrarias al beneficio de sus nacionales, de acuerdo con The Guardian.

Las razones para rechazarlo

Entre las críticas que se le hacen al Pacto se encuentran la amenaza a las soberanías nacionales, ya que asumen que solo cada una de las naciones está en condiciones de tomar decisiones con respecto a quienes acogerá dentro de sus fronteras.

Por otro lado, la vinculación al acuerdo promovido por la ONU, pareciera dar la imagen de que se están promoviendo las migraciones, lo que es contrario a lo que muchos países desean.

Igualmente subsiste la sospecha de que si bien ahora no es vinculante se convierta en tal, más adelante.

Asimismo, el enfoque que se le da a los derechos humanos no es visto con buenos ojos, como lo ve el gobierno de Hungría, que los considera con “un enfoque extremadamente peligroso”, según reseña The Conversation.

Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump lo calificó como “un esfuerzo de las Naciones Unidas para avanzar en la gobernanza mundial a expensas del derecho soberano de los Estados”, según The Guardian.

Para el Partido Alternativa para Alemania el documento “solo menciona los derechos de los ‘migrantes’ y los deberes de los ciudadanos de los países de destino” y lo llama “programa de reasentamiento oculto para los migrantes económicos que huyen de la pobreza”, tal como lo cita Bloomberg.

Australia tampoco se adhirió al convenio y  el primer ministro Scott Morrison, nota el riesgo de que tal vez se utilizaría para “socavar las fuertes leyes y prácticas de protección fronteriza de Australia”, y luego destaca que el pacto no distingue ente inmigrantes legales e ilegales.

A su vez, 30 de los 193 países que los consideraron inicialmente no asistieron a la conferencia.

Antecedentes

Por otra parte, un documento de la ONU del año 2000 muestra que ya se planeaba la promoción de inmigración masiva a Europa y los Estados Unidos.

También se ha dado el caso de que las inmigraciones se usen con fines políticos, como sucedió en el estado de California, en Estados Unidos.

José Ignacio Hermosa – BLes

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