Redacción BLes – El gobierno danés y su aliado parlamentario, el Partido Popular Danés han propuesto hace una semana que a partir de 2021 aquellos inmigrantes que estén a la espera de ser expulsados por haber delinquido sean enviados a la isla de Lindholm, a unos kilómetros de la costa danesa.
La medida, que aun necesita la ratificación del Parlamento, propone trasladar a los inmigrantes ilegales en proceso de deportación por crímenes a pernoctar en la isla de Lindholm en instalaciones con capacidad para algo más de 100 personas.
“Si usted no es deseado en la sociedad danesa, no debe ser una molestia para los daneses comunes”, escribió Inger Støjberg la ministra danesa de Inmigración en Facebook.
La isla de cinco kilómetros cuadrados, en una entrada del mar Báltico, se encuentra a unos tres kilómetros de la costa más cercana, y el servicio de ferry es poco frecuente. Se requerirá que los extranjeros se reporten en el centro de la isla a diario, y se enfrenten a encarcelamiento si no lo hacen, aseguran los populares socios del gobierno.

El gobierno danés quiere lanzar un claro mensaje a la inmigración ilegal y neutralizar el ‘efecto llamada’ y sustituirlo por un ‘efecto salida’, haciendo la vida de estos inmigrantes lo suficientemente incómoda para motivarles a que abandonen el país en lugar de esperar, libres en la sociedad danesa, a ser deportados, lo que puede tardar meses.
Las reacciones en redes sociales han sido de todo tipo, algunos ciudadanos han calificado la medida de extrema e inhumana, mientras que otros, no solo la aprueban, sino que han aprovechado la noticia para exigir al gobierno que no firme el Pacto Global de la ONU para la Migración durante la cumbre de Marrakesh del 10 y 11 de diciembre.
“Escuche a la gente que le está escribiendo desde todos los medios sociales: ¡no firme el pacto de Marrakesh!”, escribía un internauta en la publicación de la ministra en Facebook.
“¡¡¡No firme el acuerdo de Marrakesh!!!”, reclamaba otro ciudadano danés en los comentarios a la misma publicación.
“Italia tampoco firmará el tratado de migración de las naciones unidas, que también es un ataque frontal contra la libertad de prensa y el debate libre”, añadía otro ciudadano más.
El acuerdo de Marrakesh
El pacto mundial sobre migración será el primer acuerdo intergubernamental, negociado bajo el auspicio de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es cubrir todas las dimensiones de la migración internacional de una manera completa y holística, describe la web oficial de la ONU.
El texto está articulado en una serie de objetivos que los estados firmantes se comprometen a cumplir, desarrollando las regulaciones nacionales correspondientes a ese fin.
Considerado por muchos como un suicidio cultural y social, el pacto recoge entre otros aspectos sanciones e incluso cierre de medios de comunicación que critiquen la inmigración masiva, para lo que los estados deberán ampliar los supuestos de ‘delito de odio’ en sus ordenamientos jurídicos.
Los estados deberán también poner a disposición de los inmigrantes herramientas para poder denunciar discriminación por parte de los nacionales y tendrán subvenciones especiales para emprender negocios de esta forma favoreciendo su progreso económico en las sociedades receptoras.
Además tendrán acceso a todos los servicios del país (sanidad, educación), incluso si han entrado de manera ilegal, ya que dejará de ser un delito violar las fronteras de las naciones.
En este sentido, países como Estados Unidos, Polonia, Hungría, Austria, Croacia o República Checa, ya han mostrado sus diferencias con el acuerdo y no firmaran lo que muchos tipifican como “un grave peligro que traiciona al pueblo europeo”, en palabras de Peter Szijjarto, Ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, según recoge el medio El Debate.