En la República rusa de Tatarstan el jefe de bomberos, 8 bomberos y 120 vecinos voluntarios iniciaron la búsqueda de un niño de 10 años que fue declarado desaparecido en medio de la nieve. Así lo comunicó el Ministerio de la Defensa Civil de Tarastán, en su página web.
Distribuidos en dos grupos rastrearon por toda la zona en la que presumiblemente podrían encontrar al niño. Finalmente lo encontraron en las afueras del pueblo de Cheremshan.
El niño había caído a una alcantarilla sin tapa, cubierta de nieve, de 3 metros de profundidad, ubicada en una zona residencial abandonada. El chico grito mientras le acompañaban sus fuerzas y una vez agotado se recostó sobre el hielo para dormir. De acuerdo con los médicos poco después habría muerto congelado.
Pero durante la búsqueda, Guliya Yarulina, directora del servicio de Protección Civil del Distrito de Cheremshansky, que formaba parte del equipo de rescate también cayó a la misma alcantarilla, que había sido cubierta, de nuevo, por nieve suave.
La funcionaria fue hospitalizada a causa de la fractura de las vértebras lumbares, en tanto que el niño también fue trasladado al hospital para el tratamiento de la hipotermia, acompañado de sus padres.