Redacción BLes– Los expertos afirman que los Juegos Olímpicos de Beijing previstos para los próximos dos meses serían similares a los de la Alemania nazi de 1936.

Rafael Medoff, fundador del Instituto David S. Wyman de Estudios sobre el Holocausto, dijo a Voice of America que estos dos gobiernos vieron los juegos como una oportunidad para cubrir su reputación manchada.

Dijo: “En 1936, Adolf Hitler estaba muy interesado en que la Alemania nazi fuera considerada como una sociedad civilizada por el mundo. Los líderes chinos de hoy también quieren ser considerados como miembros legítimos y aceptables de la comunidad internacional.”

Li Yuanhua, antiguo profesor asociado de la Escuela de Ciencias de la Educación de la Universidad Normal de la Capital, en Beijing, dijo que el Partido Comunista Chino, o PCCh, utilizaría las Olimpiadas para que el mundo lo aceptara como legítimo.

En declaraciones a NTDTV, Li dijo que el PCCh ha sido más engañoso y peligroso para el mundo que Hitler.

El PCCh dice una cosa y hace otra. Quiere utilizar el dinero para erosionar las democracias liberales o infiltrarse y utilizar la diplomacia económica para corromper el mundo. Se puede decir que su nivel de daño es mayor que el de Hitler”.

A través de las Olimpiadas, Li dijo que el PCCh seguirá pintando un “sueño de China” que todas las naciones admiran.

Afirmó que el PCCh quiere “crear una tiranía que siga perdurando o se expanda por el mundo”.

Estados Unidos ha liderado un boicot diplomático para protestar por los abusos de los derechos humanos cometidos por el PCCh. Muchas otras naciones, como Canadá, Australia, Nueva Zelanda e Inglaterra, han anunciado la misma medida.

Sin embargo, Rafael Medoff no se mostró optimista respecto al boicot diplomático, que calificó de trivial y simbólico.

Consideró que una protesta tan pequeña “enviará una vez más un mensaje a los regímenes autoritarios y a los líderes chinos de que al mundo no le importa realmente el genocidio y la persecución contra los uigures o la libertad de expresión reprimida en Hong Kong”.

Y añadió: “Esto enviará un mensaje terrible”.

Medoff creía que era necesario que los atletas, el centro de atención de los juegos, tomaran medidas reales. Pero, como señaló Voice of America, no todos los competidores están dispuestos a hablar por miedo a las represalias.

La biatleta estadounidense Clare Egan fue una de las pocas que abordó públicamente la cuestión. Dijo al periódico que “permanecer en silencio es complicidad”.

BLes.com

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