Katalin Novák es una de las funcionarias más populares y con mejor índice de aprobación del gobierno húngaro, y es la candidata para suceder a János Áder, tras 10 años de mandato.
Hungría tendrá un importante cambio en la dirigencia política en los próximos meses. A pesar de cumplir un rol ceremonial, el presidente del país representa la unidad nacional y la estabilidad política, un papel que el actual mandatario János Áder ejerce a la perfección.
Áder es visto con mucho respeto en Hungría, tanto por la derecha como por la izquierda, habiendo sido uno de los líderes de la oposición que terminaron con el sistema unipartidista en 1989 y el jefe político del Fidesz durante la transición a la democracia. Supo ser la mano derecha del primer ministro Viktor Orbán en su meteórico ascenso al poder, pero sin ser la figura divisiva que Orbán terminó siendo.
Su mandato expira el 10 de mayo y, de acuerdo a la Constitución, la misma persona no puede ser reelecta más de dos veces, lo cual significa que Hungría tendrá un nuevo presidente antes de esa fecha.
Es necesario aclarar que Hungría tiene una democracia constitucional parlamentaria, y el presidente es elegido por mayoría absoluta del Parlamento y no por voto popular.
En sus funciones tiene la responsabilidad de enviar leyes que crea inconstitucionales a la Corte Suprema para su revisión, y tiene el poder de veto, por lo que es un Jefe de Estado con un rol activo en la actividad legislativa.
Dado que la alianza de gobierno que encabeza Orbán tiene una mayoría de dos tercios en la Cámara, su reemplazo será del Fidesz, y su nombre ya fue elegido: Katalin Novák.
El primer ministro húngaro lamentó, en su conferencia de prensa internacional anual, que la Constitución restringiera el mandato del presidente a dos gestiones, pero agregó que el Fidesz ya presentó la nominación de la actual Ministra de la Familia, una de las figuras más populares de su gobierno, para reemplazarlo.
En declaraciones a los medios públicos, Katalin Novák dijo que era un honor aceptar la nominación. “Para mí, las familias húngaras y los niños húngaros son los más importantes, y seguiré trabajando para ellos en el futuro”, y agregó que se inspiraría y ganaría fuerza en su familia que la apoyaba y en su fe en Dios, “estoy lista para servir a toda la nación húngara“.
“Si soy elegida como la primera mujer presidente de Hungría, representaré al país y buscaré representar a toda la nación y no solo a los que votaron a nuestro partido”, sentenció.
To represent Hungary, to serve the whole Hungarian nation – I am preparing for this challenging task with faith, spirit and heart. I respectfully accept the nomination as President of #Hungary. I remain who I am. 🇭🇺 pic.twitter.com/3R7WVFFqR3
— Katalin Novák (@KatalinNovakMP) December 21, 2021
Por otra parte, la flamante ministra ha anunciado que renunciará a su actual cargo el 31 de diciembre con motivo de “concentrarse por completo en la preparación para la nueva tarea”. Orbán dijo que se designará un nuevo ministro de Asuntos Familiares a partir del 1 de enero.
Con respecto a la formación de la húngara, ha estudiado economía y derecho, habla francés, inglés, alemán y un poco de español.
Comenzó a trabajar en política en 2001 durante la primera administración de Orbán, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, especializándose en asuntos europeos. En 2010 se convirtió en asesora ministerial y dos años después fue nombrada Jefa de Gabinete del Ministerio de Capacidades Humanas. En 2014, fue nombrada Secretaria de Estado de Asuntos Familiares y Juveniles, cartera que finalmente Orbán elevó a Ministerio en octubre de 2020. Entre 2017 y 2021, también fue una de las vicepresidentes de Fidesz.
El trabajo de Novák se centró principalmente en terminar con el adoctrinamiento educativo en las aulas, ayudar a las madres solteras, evitar abortos y promover la cultura húngara en las familias del país.
Con respecto al adoctrinamiento LGTB en las escuelas Novák, un tema con el que peleó toda su gestión, señaló que “los niños no deben recibir ningún tipo de propaganda en las escuelas, sino que deben ser protegidos y es trabajo del Estado hacerlo. Esto es lo que nos piden los padres húngaros: evitar que sus hijos se vean expuestos a influencias ideológicas en la escuela”.
Fidesz ha reiterado en numerosas oportunidades que su intención radica en “defender a nuestros hijos y dejarlos ser niños, sin utilizarlos para ninguna base ideológica” ya que una parte central de sus políticas esta conformada por el interés del niño y su bienestar. Por esta misma razón se llevará a cabo un referéndum para que la población se pronuncie a favor o en contra de diversos aspectos sobre una ley anti LGBT bautizada como “defensa de los menores”.
A causa de las políticas de Katalin Novák y su ministerio, Hungría llegó a destinar un 4% de su PBI a proteger y promocionar la familia, cosa que ningún otro país de la Unión Europea ha hecho. Principalmente, incentiva a los húngaros a aumentar la natalidad del país.
Con el objetivo de llevar esto acabo, se introdujo el Plan de Acción para la Protección de la Familia. A través de dicho programa, se facilita el acceso a los matrimonios a un préstamo de €29.000 sin intereses para poder ayudar a que no se rompa el núcleo familiar.
En función del número de hijos que se tengan, el programa se gestiona de la siguiente manera: si se tienen dos hijos, se debe devolver un tercio; con 3 hijos o más, no hay necesidad de devolver el crédito. Gracias a este instrumento legal, más de 200.000 familias húngaras han sido beneficiadas.
Esta y otras medidas, unidas a un gran progreso económico basado en el capitalismo, han provocado que Hungría pueda revertir los malos números de natalidad del 2010. Actualmente, se reportan menos de 20.000 abortos, un aumento de la tasa de fertilidad con 1,55 hijos y 5,2% matrimonios por cada mil habitantes.
En síntesis, esto significa que la tasa de fertilidad entre 2010 y 2020 aumentó un 24% y los matrimonios en esa década se duplicaron.
El objetivo que había puesto Novák en el Ministerio, un poco ironizando sobre la Agenda 2030 de la ONU, consiste en llevar la tasa de natalidad hasta el 2,1% para el año 2030.
Novák destacó lo siguiente: “Nosotros tenemos una cultura y unos valores cristianos a los que no vamos a renunciar. No consideramos la inmigración ilegal como la herramienta para solucionar la crisis demográfica. Nosotros pensamos y vemos que el futuro está en nuestros hijos. Eso significa que nos gustaría empoderar a los jóvenes húngaros para que puedan tener todos los hijos que deseen”.
Tanto la Ministra como el gobierno de Viktor Orbán renuncian a someterse a la agenda globalista y rechazan abrir las fronteras para los inmigrantes ilegales, ya que consideran que el problema demográfico no se soluciona con inmigración y multiculturalismo.
Hungría no solo plantea en la teoría la importancia sobre la defensa de su interés nacional, de su bienestar y de la seguridad de su pueblo, sino que también demuestra excelentes resultados –sociales y económicos- con respecto a sus políticas llevadas a la práctica.
Iberoamérica debería tomar nota e imitar el proceso económico y social que está impulsando este país soberano de Europa del Este, para salir de la trampa comunista a la que ellos ya han logrado vencer con la valentía y el patriotismo que la situación ameritaba; que ese sea el espíritu que nos lleve en la región a ser grandes.
Candela Sol Silva – Derechadiario.com.ar