Delirante adoctrinamiento marxista en las escuelas: el Ministerio de Igualdad argumenta la necesidad de llevar la lucha de géneros a las Matemáticas para lograr una perspectiva “socioemocional”.
El gobierno socialista de Pedro Sánchez atraviesa una profunda crisis económica y energética, pero redobla sus esfuerzos en cuestiones sociales. Hace algunas semanas, el Ministerio de Igualdad y el Ministerio de Educación promovieron un cambio en la currícula escolar para introducir matemáticas y otras asignaturas “con perspectiva de género”, recogidas en la nueva Ley de Educación.
Como esta legislación debe ser aprobada por el Congreso, el bloque del Partido Popular (PP) en el Senado pidió un informe al Ministerio que dirige Irene Montero con más detalles del proyecto.
En la respuesta, el Ejecutivo defiende que “la perspectiva de género constituye uno de los enfoques a partir de los que se están desarrollando los currículos de todas las áreas y materias”.
Para respaldar su propuesta, alega que el rendimiento de las chicas en matemáticas es “significativamente inferior” al de los chicos, ya que “les da mayor ansiedad a las alumnas”, y que hay “menor percepción de las propias posibilidades al enfrentarse” con la asignatura.
Además, destacan el “desequilibrio entre géneros en los estudios de formación profesional y universitarios con orientación científica o técnica” y “la menor representación de chicas en diferentes competiciones, premios y concursos matemáticos y científicos“.
Todo ello, concluye el Gobierno, “hace que sea necesario que el currículo deba afrontar estas dificultades“. Algo que, opina, “repercutirá en el incremento de las vocaciones científicas entre los jóvenes y, en particular, entre las chicas”.
El Gobierno está decidido a impulsar las matemáticas con “sentido socioemocional”, según figura en el currículo que desarrollará la conocida como Ley Celaá.
¿Qué significa esto? Primero, se prescinde de contenidos básicos para el alumnado, como la regla de tres o los números romanos. Además, según dice el Gobierno, es preciso que “los alumnos sepan cómo gestionar sus sentimientos y actitudes ante las matemáticas”, pero no explica cómo eso se aplicaría en el aula.
“Se debe erradicar ideas preconcebidas con el género”, agrega parte del texto de ley, y pone como objetivo “fomentar el bienestar del alumno y el interés por esta disciplina”, por encima del aprendizaje efectivo.
También se pretende desarrollar “la resiliencia y una actitud proactiva ante nuevos retos matemáticos, al entender el error como una oportunidad de aprendizaje y la variedad de emociones como una ocasión para crecer de manera personal“.
“La adquisición de destrezas emocionales dentro del aprendizaje de las Matemáticas fomenta el bienestar del alumnado y el interés por la disciplina y la motivación por las Matemáticas desde una perspectiva de género”, concluye el currículo.
Otros cambios en la currícula escolar
También despertó polémica los cambios en la asignatura de Educación en valores cívicos y éticos, que se implantará en el tercer ciclo de Primaria, y a través de la cual el Gobierno adoctrinará a los alumnos en cuestiones tan sensibles como el “bien”, “las virtudes” o los “sentimientos morales” con la intención de que adquieran un “pensamiento crítico y ético”, pero “unificado”.
Entre los “saberes básicos” de esta asignatura se enumera, por ejemplo, “la gestión de las emociones y los sentimientos”, la “educación afectivo-sexual”, “la voluntad y el juicio moral” o “la ética como guía de nuestras acciones. El debate en torno a lo valioso y a los valores“.
También se pretende adiestrar al alumnado en “el uso crítico” de los medios de comunicación, en “la familia, los afectos, la amistad y el amor” y “los principios y valores constitucionales y democráticos”.
Otra asignatura que se agregará con el objetivo de tener una currícula “más inclusiva” es Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural, en la que se se insta a “describir los cambios vividos por la humanidad incorporando la perspectiva de género”, para lo que se propone “comparar los modos de vida de las sociedades hasta la Edad Antigua”. Es decir, que se llama a encajar la perspectiva de género en el estudio de la Prehistoria.
Fuente: Derechadiariocom.ar