Continúa la grave inestabilidad en el país de Medio Oriente luego de unas elecciones donde los partidos pro-iraníes fueron aplastados en las urnas por el sadrismo.

El primer ministro iraquí Mustafa al-Kadhimi reveló este martes que escapó ileso después de un ataque con drones a su casa residencial dentro de la Zona Verde de alta seguridad de Bagdad, que está bajo la defensa del Ejército de los Estados Unidos.

Un dron cargado de explosivos superó las defensas de la Zona Verde y golpeó el edificio hiriendo a seis de sus guardaespaldas en un claro intento de asesinato, según informaron las autoridades.

El ataque se produce tan solo un mes después de los resultados electorales donde los partidos pro-iraníes obtuvieron los peores resultados en décadas y ganó el clérigo anti-iraní Muqtada al-Sadr.

El premier al-Kadhimi, quien podría llegar a un acuerdo de continuidad con el sadrismo y por eso los pro-iraníes decidieron asesinarlo, pidió “calma y moderación por parte de todos“.

Fuentes de seguridad dicen que se utilizaron tres drones en el ataque, lanzados desde cerca del Puente de la República en el río Tigris, pero dos fueron derribados por la seguridad norteamericana. Uno, sin embargo, sobrevivió, y logró realizar el atentado.

Nadie se ha adjudicado el ataque hatsa el momento, en un área de la ciudad que alberga muchos edificios gubernamentales y embajadas extranjeras. “Es prematuro ahora decir quién llevó a cabo el ataque“, dijo el mandatario. “Estamos revisando nuestros informes de inteligencia y esperando los resultados de la investigación inicial para señalar a los perpetradores“.

Si bien todo indica que fueron milicias rebeldes pro-iraníes, que cada vez utilizan tecnología bélica más sofisticada, también se habla del Estado Islámico, que ya utlizó drones equipados con explosivos en un ataque en Mosul en 2017.

Las elecciones que podrían haber disparado el ataque

Irak celebró elecciones hace menos de un mes y ahora se encuentra en el largo e incómodo proceso de intentar formar una coalición de gobierno, bajo el liderazgo del sadrismo.

Según los partidos que perdieron, la elección carece de legitimidad por la baja participación, que fue un mínimo histórico del 41%, y esa falta de participación muestra que muchos iraquíes no creen que haya un cambio real por delante.

Los partidos pro-iraníes se desplomaron en estas elecciones, perdiendo muchos de sus escaños, indicando que los iraquíes que defienden el modelo teocrático de los Ayatolá perdieron las ganas de involucrarse en el proceso democrático. Sus partidarios han estado protestando contra los resultados desde entonces, realizando manifestaciones fuera de la segura Zona Verde de Bagdad y pidiendo que los votos se vuelvan a contar manualmente.

El clérigo musulmán chiíta Muqtada al-Sadr obtuvo la clara mayoría de escaños, y está presionando por un gobierno libre de interferencias extranjeras, en referencia tanto de Irán como de Occidente. Pero principalmente, quiere acabar con la influencia de Teherán sobre los asuntos internos de Irak.

Este atentado contra la vida del primer ministro al-Kadhimi, que llegó al poder como un tecnócrata independiente luego de haber sido la cabeza de la agencia de inteligencia de Irak durante sus años más difíciles, y ahora podría aliarse al sadrismo, podría convertirse en una escalada peligrosa con repercusiones de gran alcance.

Fuente: Derechadiario.com.ar

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