Redacción BLes– El nuevo canciller de Alemania, Olaf Scholz, propuso el 15 de diciembre un gobierno menos tolerante con China.
En su discurso de investidura ante el Parlamento, Scholz, que juró su cargo el 8 de diciembre, declaró que Alemania no cerraría los ojos ante las violaciones de los derechos humanos en China.
Dijo que “debemos orientar nuestra política hacia la China que encontramos en la realidad”.
Sus declaraciones parecían mostrar algunas mejoras en las actitudes sobre las prácticas genocidas de China en comparación con su predecesor, pero no obstante bajó el tono al hablar de la influencia económica de China sobre Alemania.
El nuevo Canciller dijo que enfrentarse a China por los abusos de los derechos humanos “no cambia el hecho de que un país del tamaño y la historia de China tenga un lugar central”.
Siguió ofreciendo la cooperación con el gobierno comunista en temas de “humanidad”, como el cambio climático, las pandemias y el control de armas.
El analista político Thomas O Falk consideró que esto indicaba que Olaf Scholz podría no ser muy diferente de su predecesora Angela Merkel, que durante sus 16 años de liderazgo fue criticada por inclinarse ante China.
Falk escribió en un artículo de opinión en el South China Morning Post que los comentarios de Scholz mostraban que era “reacio a seguir el llamamiento de Washington a un frente unido contra Beijing”.
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