Redacción BLes – La cadena de tiendas estadounidense Walmart se enfrenta al enojo de internautas en las redes sociales chinas que se quejan de que el gigante minorista ha dejado de ofrecer en sus locales de China productos de la región de Xinjiang, según informó este lunes The Wall Street Journal.

Los reclamos se producen días después de que Joe Biden firmara la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso de los Uigures, que prohíbe las importaciones procedentes de esa región china, a menos que las empresas demuestren que los productos no se produjeron con mano de obra esclava.

Los usuarios de Weibo y otras plataformas administradas por el Partido Comunista chino (PCCh), alegaron que no podían comprar artículos populares originarios de Xinjiang, como manzanas, en los puntos de venta online de Walmart y Sam’s Club en China. Algunos clientes incluso amenazaron con cancelar sus tarjetas de membresías de Sam’s Club, según el informe.

Por otra parte, el régimen chino criticó a los legisladores estadounidenses por aprobar la legislación, afirmando que la prohibición de las importaciones “viola gravemente el derecho internacional y las normas básicas que rigen las relaciones internacionales”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China durante una declaración pidió de manera amenazante a Washington que corrija sus errores y se abstenga de interferir en los asuntos internos de China.

Walmart es la última compañía que intenta operar en China sin infringir las regulaciones estadounidenses. Apple y Nike estuvieron entre las empresas estadounidenses que presionaron para que no salga la legislación, argumentando que podría causar interrupciones en la cadena de suministro, según indicó el New York Post. 

La semana pasada, Intel, una de las compañías norteamericanas fabricantes de microprocesadores más grandes del mundo, se disculpó en China después de haber ordenado a sus proveedores que no obtuvieran productos de la provincia de Xinjiang, debido al actual genocidio contra los uigures en la región.

Esta reacción no es de extrañar, ya que Intel es actualmente uno de los principales patrocinadores de los Juegos Olímpicos en Beijing 2022, y más de un cuarto de las ganancias netas de la compañía provienen de sus ventas en el mercado chino. 

El proyecto de ley había sido promovido por los senadores estadounidenses Marco Rubio, republicano de Florida y Jeff Merkley, demócrata de Oregón, quienes manifestaron satisfacción por el acuerdo bipartidista. 

“Estados Unidos depende tanto de China que nos hemos hecho los de la vista gorda ante el trabajo esclavo que fabrica nuestra ropa, nuestros paneles solares y mucho más”, dijo Rubio en su página web tras la presentación del proyecto de ley.

Entre tanto Merkley enfatizó en que: “Estados Unidos debe enviar un mensaje rotundo e inequívoco contra el genocidio y el trabajo esclavo allí donde aparezcan estos males”.

Vanesa Catanzaro – BLes 

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