Redacción BLes – Estudiantes tibetanos se encadenaron el sábado a los anillos olímpicos frente a la sede suiza del Comité Olímpico Internacional para pedir un boicot de los que muchos llaman: “Juegos del Genocidio” de Beijing 2022.

Miembros de la Asociación de Jóvenes Tibetanos en Europa (TYAE) y Estudiantes por un Tíbet libre, realizaron una protesta en las oficinas del Comité Olímpico Internacional (COI), en Lausana, Suiza, durante una reunión de sus funcionarios, desplegando pancartas y haciendo una sentada dentro del edificio, según informó Reuters. 

Fuera de las oficinas, en la entrada, dos de los activistas desplegaron una pancarta en la que se leía, “No Beijing 2022”, mientras que otros cinco ingresaron a las instalaciones para hacer la sentada.

Si bien hubo testimonios de que la protesta fue pacífica, el COI dijo que uno de sus guardias de seguridad resultó herido. La policía intervino y dispersó a los activistas luego de tres horas de protestas. 

Los grupos pro-Tíbet son parte de una alianza más amplia de activistas que alimentan la oposición a los Juegos Olímpicos de Beijing programados del 4 al 20 de febrero, por graves violaciones a los derechos humanos del régimen comunista contra las minorías, por el avasallamiento contra los derechos democráticos en Hong Kong y el acoso militar a Taiwán.

“A pesar de las crecientes críticas internacionales al COI y a China, los abusos de los derechos humanos del régimen chino en el Tíbet, el Turkestán Oriental y Hong Kong no cesan”, dijo el manifestante Tenzing Dhokhar, director de campañas de TYAE (Asociación de Jóvenes Tibetanos en Europa), la mayor organización juvenil tibetano en ese continente.

El manifestante resaltó que el régimen chino quiere limpiar su reputación a través de los Juegos de Beijing, por lo que el CAI al colaborar con China “se está haciendo cómplice de los crímenes del Partido Comunista Chino”.

El COI además, ha estado estas últimas semanas en el foco de las críticas por mostrar una cierta tolerancia hacia el régimen chino respecto a la incierta situación de seguridad de la tenista Peng Shuai tras haber acusado a un alto miembro del Partido Comunista chino (PCCh) de haberla agredido sexualmente.

A pesar de los llamamientos de los activistas y víctimas de la crueldad del régimen chino, ningún país se ha comprometido a boicotear los Juegos Olímpicos, no obstante el 8 de diciembre, siete países, entre ellos Estados Unidos, Lituania, Gran Bretaña, Australia, Canadá, Escocia y Nueva Zelanda, anunciaron oficialmente un “boicot diplomático”, que consiste en no enviar a ningún representante funcionario. 

El pacífico país budista fue “invadido” por la China comunista en 1950 en lo que llama una “liberación pacífica”, y desde entonces es oprimida y dominada por el régimen a través de una brutal represión. 

Los tibetanos, al igual que los practicantes de la disciplina espiritual de la escuela Buda, Falun Gong (también conocida como Falun Dafa), sufren la cruel persecución del Partido Comunista chino y son encerrados en campos de trabajo forzado, que el régimen denomina “Centros de reeducación”, donde reciben todo tipo de abusos para doblegar sus creencias.

Tanto en Tíbet como en la zona de Xinjiang, donde se concentra el mayor número de campos de concentración chinos, los supervivientes han dado testimonios de haber sufrido o presenciado trabajos forzados y abusos contra los derechos humanos, incluso denunciaron la sustracción forzada de órganos con los que el régimen mantiene un lucrativo negocio de trasplantes.

Vanesa Catanzaro – BLes 

Suscríbete para recibir nuestras últimas noticias

Al enviar este formulario, acepto los términos.