Redacción BLes– Según datos oficiales publicados el miércoles 1 de diciembre, la crisis del mercado inmobiliario chino se deterioró aún más en noviembre, con una caída de los precios de las viviendas, tanto nuevas como de reventa, en medio de una menor demanda en las ciudades más grandes, como informó la BBC.

Esta brusca desaceleración suscita gran preocupación, ya que el mercado de la vivienda representa el 25% del PIB, y se están tomando algunas medidas para atajar este problema.

El sector inmobiliario se ha caracterizado en los últimos meses por una fuerte desaceleración, así como por las sacudidas derivadas del endurecimiento de la normativa, la crisis de liquidez y el gran endeudamiento de los promotores.

Esta ha sido la primera y mayor caída de los precios de la vivienda nueva desde 2015. Los inicios de nuevas construcciones también experimentaron un descenso del 7,7% con respecto al año anterior.

La crisis de deuda a la que se enfrenta el gigante inmobiliario Evergrande también ha afectado al mercado inmobiliario nacional e internacional, ya que Evergrande está luchando por cancelar sus pagos atrasados.

El mercado también se ve afectado por el aumento de los casos de Covid y los grandes cortes de electricidad en todo el país.

Políticas

En un intento de mitigar el impacto negativo del rápido deterioro de las condiciones en el sector inmobiliario, incluida la especulación inducida, los responsables políticos chinos podrían empezar a ajustar las duras restricciones a los compradores y promotores e incluso a bajar los tipos de interés, informó Reuters.

Aunque podrían ser necesarias algunas medidas financieras para ayudar a los auténticos compradores de viviendas, en general se espera que los responsables políticos se mantengan por ahora, añadió Reuters.

Como paso adelante para mitigar una crisis de liquidez, la semana pasada la ciudad suroccidental de Chengdu se esforzó por asegurar que los promotores reciban fondos de las propiedades prevendidas y de los nuevos préstamos.

En cuanto a los bancos, se alentó a acelerar el desembolso de las hipotecas aprobadas o a conceder más préstamos a las empresas inmobiliarias para el desarrollo de proyectos.

Ante la preocupación de algunos inversores internacionales por el efecto dominó de la crisis inmobiliaria china en los mercados financieros mundiales, recientemente varias personalidades de alto nivel han actuado para ayudar a calmar esos temores, según la BBC.

El 15 de noviembre, Haruhiko Kuroda, gobernador del Banco de Japón, dijo que creía que era poco probable que la crisis inmobiliaria de China provocara una conmoción mundial, ya que la proporción de dinero que se debía a los acreedores extranjeros era relativamente baja, añadió la BBC.

Según una nota reciente de Oxford Economics, se prevé que la crisis inmobiliaria continúe hasta el primer semestre de 2022.

Teresa Jones – BLes.com

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