Las relaciones del régimen chino con los países vecinos suelen caracterizarse por inversiones abundantes, que, en contraprestación, terminan comprometiéndolos en exceso.

Es decir, que los países ‘beneficiados’, además de obligarse a devolver el costo de esas inversiones, son presionados para votar en favor del Partido Comunista de China (PCCh), en los eventos internacionales.

El rechazo de las Islas del Pacífico 

No obstante, recientemente, 10 países integrantes del Foro de las Islas del Pacífico (FIP) rechazaron el llamamiento del PCCh para firmar un “acuerdo de seguridad y comercio”, sin antes coordinarse entre ellos. 

Este hecho tuvo lugar cuando el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, asistió a la segunda reunión entre China y los países insulares del Pacífico, a finales de mayo. La duración de la gira por la región fue de 10 días. 

Sobre el tema, el secretario general del FIP, Henry Puna, declaró: “La región no acepta este enfoque”, y agregó: “ciertos temas, como la seguridad, tienen implicaciones regionales, y eso es lo que los líderes piden que se comparta y se hable entre ellos, para que todos entiendan lo que está pasando”.

Asimismo, el primer ministro de las Islas Salomón, Manasseh Sogavare, enfatizó en que no permitiría que China construyera una base militar en su país, porque: “Una vez que establecemos una base militar extranjera, nos convertimos inmediatamente en el enemigo (de las islas del Pacífico)”, según explicó.

Además de negar su adhesión, los líderes acordaron coordinarse entre sí antes de alcanzar un acuerdo de seguridad, configurando un tipo de ‘rebelión diplomática’ tácita con la que demostraron su capacidad de determinación.

Luego, durante el 51º Foro de las Islas del Pacífico que se celebró en Suva (Fiyi) del 11 al 14 de julio, la actitud hacia el régimen chino no fue diferente a pesar de sus cuantiosas inversiones en la región. 

Por su parte, el presidente del archipiélago de Palaos, conformado por más de 500 islas del Pacífico, Huizhong, llegó a desafiar al PCCh, asegurando: “Mientras sea presidente, mi país mantendrá relaciones diplomáticas con Taiwán”. Una declaración como esta habría sido impensable antes. 

En el Foro participaron 18 miembros, entre ellos Australia, los Estados Federados de Micronesia, Fiyi, Nueva Caledonia, Nueva Zelanda, Niue, la República de Palaos, Papúa Nueva Guinea, Samoa, las Islas Salomón, Tonga y Vanuatu. 

Esta región marítima de decenas de millones de kilómetros cuadrados es de gran interés geopolítico, y en un contexto más amplio, las potencias externas, como Estados Unidos y el régimen chino, tratan de hacer valer sus propios intereses. 

El traspié del régimen chino, evidencia que cada vez más países y organizaciones internacionales toman medidas directas, que tratan de contrarrestar las polémicas políticas del PCCh. 

Legisladores de 25 países piden sancionar empresas chinas

Por otro lado, más de 50 legisladores  de 25 países, miembros de la Coalición Interparlamentaria sobre Política China (IPAC) rechazaron el apoyo del PCCh a Rusia. Estos emitieron una carta conjunta en la que instan a sus gobiernos a sancionar a las empresas chinas que apoyan al ejército ruso. 

“Y como mayores socias comerciales de Rusia, es vital garantizar que las empresas chinas no socaven el impacto de las sanciones internacionales sobre ese país”, declaran los firmantes de la carta abierta. 

Aunque el PCCh niega haber ayudado a Rusia, se reveló que en este año se duplicaron los envíos de chips electrónicos que hizo, llegando a un valor total de 50 millones de dólares. Las exportaciones de otros componentes, como los circuitos impresos, aumentaron en porcentajes de dos dígitos. 

Además, las exportaciones de alúmina, fueron 400 veces superiores a las del mismo periodo del año anterior. La alúmina se utiliza para la producción de armas y en la industria aeroespacial.

Así, el IPAC, busca aplicar castigos similares a los anunciados por el Departamento de Comercio de Estados Unidos el 28 de junio, que incluyen en una lista negra de control a cinco empresas con sede en China.

La Unión Europea demuestra su apoyo a Taiwán

Por otro lado, las amenazas de invasión a Taiwán emitidas constantemente por el PCCh, agravadas por las múltiples invasiones a su espacio aéreo, son el mayor de los riesgos que la comunidad internacional busca evitar, oponiéndose a ella. 

Es por esto que varios países manifiestan su apoyo creciente a la gran isla democrática que aloja a los 23 millones de habitantes de la República de China, nombre oficial de Taiwán.

Esta vez es la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Nicola Beer, la encargada de subrayar el pleno apoyo de Europa a Taiwán, realizando una visita a su territorio el 19 de julio. 

Beer destacó el significado de su inesperada visita diciendo explícitamente: “Es el momento de apoyar firmemente a Taiwán, diciendo que Europa y Taiwán forman parte de la ‘familia de democracias’”.

Y agregó: “La prosperidad de Taiwán es también la prosperidad de Europa. No haremos la vista gorda ante la amenaza china a Taiwán, Europa llegó tarde a los eventos en Hong Kong, pero no llegaremos tarde a lo que ocurra en Taiwán. En un país democrático, no hay lugar para la agresión china”.

Para los funcionarios taiwaneses, esta es la primera visita oficial a su país de un miembro de tan elevado rango, del Parlamento Europeo.

Simultáneamente, el ex secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, visitó, el mismo día, a la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, junto con una delegación del Atlantic Council, un destacado think tank con sede en Washington D.C.

Esper dijo que su país debería “alejarse” de la política de permanecer vago sobre su respuesta a un eventual ataque chino a Taiwán. Añadió que los políticos también deberían ver cómo los taiwaneses defienden su democracia, al igual que las democracias mundiales.

Asimismo, declaró que la principal amenaza para la libre elección política era el régimen chino, porque estaba dañando las normas internacionales y amenazando a todos los pueblos amantes de la paz.

Consideró que Taiwán estaba en la primera línea de la resistencia de las democracias contra regímenes autoritarios como el del PCCh. 

Por su parte, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, emitió su respuesta a través de un tuit“Un placer reunirme con el ex Secretario de Defensa de los EE. UU, Mark T. Esper y los miembros de la delegación del Atlantic Council”.

Y agregó: “Taiwán se compromete a trabajar con nuestros socios democráticos del otro lado del Atlántico y de todo el mundo, para defender la libertad, la democracia y la seguridad regional”.

Más aún, el gobierno estadounidense también se hará presente en Taiwán el mes próximo, de acuerdo con el anuncio de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien planea visitar la República de China, informó Reuters, citando al Financial Times.

Sobre este tema, la Oficina de Asuntos de Taiwán de China expresó que “se opondría resueltamente” a la visita de Pelosi a Taiwán. 

Y criticó a las autoridades del gobernante Partido Progresista Democrático taiwanés por “avanzar obstinadamente en la línea equivocada de la ‘independencia de Taiwán’ y colaborar con las fuerzas antichinas de Estados Unidos para buscar la independencia”.

De esta manera, en una serie de acciones que parecieran concertadas de antemano, varios países bloquean sistemáticamente las intervenciones del PCCh en el ámbito internacional, tratando de evitar que este se exceda, con posible riesgo para países aparentemente vulnerables.  

El PCCh: ¿Víctima de su propio invento?

Por otro lado, resulta irónico que el régimen chino tenga que arrepentirse de algunos de los atropellos causados a otros países, como está ocurriendo con las represalias que impuso a Australia cuando el gobierno de este pidió que se investigara el origen del COVID-19. 

En octubre de 2020, el PCCh suspendió la mayor parte de sus importaciones de Australia, perjudicando la economía de este país, en represalia por esa solicitud. 

No obstante, ahora, ante la crisis energética mundial, el PCCh se ve obligado a pagar cuatro veces más por cada tonelada de carbón que empezará a importar de nuevo, convirtiéndose en víctima de su propio invento. 

Aunque aún no se produce el anuncio oficial, Bloomberg cita fuentes que revelan que algunas empresas chinas se preparan para reanudar las importaciones de carbón australiano. 

Este desacierto del régimen chino no fue ignorado por los internautas, quienes se burlaron del fracaso de la operación. Uno de ellos anotó: “Para castigar a Australia, el gobierno chino prohibió las importaciones de carbón australiano y rompió el contrato”. 

Y agregó: “El precio inicial del contrato era de más de 100 dólares por tonelada. Al volver a firmar el contrato, el precio ha aumentado a más de 400 dólares por tonelada. El gobierno chino se está pateando los pies”.

Este escenario muestra que un PCCh debilitado que pierde rápidamente la influencia ostentada en épocas anteriores, en gran medida obtenida por medios coercitivos indebidos y desproporcionados. 

Varios países empiezan a ejercer plenamente su soberanía, contrarrestando las tácticas intimidatorias que suele utilizar el régimen chino, y marcando el que podría llegar a ser un cambio sustancial en la geopolítica mundial. 

José HermosaRedacción BLes

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