Redacción BLes– La reputación del candidato demócrata al Senado de Estados Unidos, Jon Ossoff, se ensombreció por su negativa a informar sobre los negocios, hasta ahora turbios, que ha tenido con potencias extranjeras como el Partido Comunista de China y el Emirato de Qatar.
A pesar de presentarse luchando contra la corrupción con sus documentales sobre el fraude en países como Ghana, África, Ossoff no es transparente con sus finanzas personales, lo que señala New York Post del 24 de diciembre.
Ossoff, de 33 años y nacido en Atlanta, Georgia, no aclara las condiciones que rodean un préstamo con su empresa de producción, Insight: El mundo investiga, por valor de 250.000 dólares cuando se convirtió en el CEO, ni la donación no revelada que hizo cuando se convirtió en propietario mayoritario.
Tampoco hay claridad sobre cuánto dinero aceptó del régimen chino ni de Qatar por las proyecciones de dos de sus películas sobre el Estado Islámico, a través de una agencia de noticias de Hong Kong y del medio Al Jazeera.
Tan solo dijo que recibió 1.000 dólares en derechos de emisión de la empresa de Hong Kong, etiquetada como “una agencia de noticias comunista china”, por su competidor en las elecciones, el candidato republicano al Senado, David Perdue.
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Ossoff no ha informado tampoco el valor de la millonaria herencia recibida de su abuelo, a quien pertenecía una fábrica de cuero en Massachusetts.
Por otro lado, su fortuna personal sigue siendo un misterio, aunque se calcula que oscila entre los 2.3 y los 8.8 millones de dólares, según New York Post.
La votación por la segunda ronda que enfrenta a los candidatos republicanos al Senado, David Perdue y Kelly Loeffler a los candidatos demócratas Jon Ossoff y Raphael Warnock, resulta crítica para el control del Senado y la gobernabilidad de Estados Unidos.
Actualmente los senadores republicanos son 50 y los demócratas 48. El triunfo de Perdue y Loeffler consolidaría la mayoría republicana, de lo contrario sería amenazada por el predominio demócrata, si ganaran Ossoff y Warnock.
Los demócratas sufren el desprestigio de unas elecciones fuertemente fraudulentas, caracterizadas por el traspaso de votos del presidente estadounidense, Donald Trump, al candidato demócrata presidencial, Joe Biden, según las numerosas demandas presentadas por el equipo legal de la campaña Trump.
A la fuerte deriva del partido demócrata hacia el marxismo se atribuye que sus candidatos hayan perdido escaños en la Cámara de Representantes y cargos en los gobiernos locales.
Sus posturas para desfinanciar la policía, para impulsar el aborto y aumentar los impuestos, entre otras políticas de izquierda radical, han alejado a los estadounidenses que se oponen a ellas, mayoritariamente.
José Hermosa – BLes.com