Redacción BLes– Las grandes empresas tecnológicas aportan a la campaña del candidato demócrata presidencial, Joe Biden, el 95% de sus donaciones electorales, en medio de las acusaciones por el manejo irregular de su industria, según un estudio. 

Asimismo, el documento destaca que esta tradición viene desde la era Obama, y que ahora continúa beneficiando a los demócratas, de acuerdo con la publicación de la revista estadounidense mensual WIRED, del 6 de octubre. 

El análisis realizado por la organización Open Secrets, un organismo de control de finanzas de campaña, se basa en la información suministrada por la Comisión Federal de Elecciones, sobre los aportes individuales superiores a 200 dólares destinados a la campaña presidencial.

Las seis compañías consideradas aportaron 4.787.752 dólares a Biden y 239.527 dólares a Trump lo que muestra con claridad la fuerte tendencia izquierdista de las empresas típicas de Silicon Valley, ubicado en la bahía de San Francisco, California. 

El estudio incluye las donaciones de los empleados de las empresas Alphabet, Amazon, Apple, Facebook, Microsoft y Oracle desde principios de 2019.

Además, estos funcionarios tienen un historial de protestas colectivas contra la administración Trump desde los primeros días de su gestión en 2017, cuando más de 2.000 empleados de Google se manifestaron contra la prohibición de inmigración emitida por el presidente estadounidense Donald Trump. 

De nuevo, en el 2018,  protestaron contra el Proyecto Maven, que desarrollaba inteligencia artificial para el Pentágono, informó WIRED.

Junto a estas acciones contra la administración Trump, las grandes plataforma de las redes sociales como Facebook son acusadas por la fuerte campaña de censura que ejercen contra las páginas administradas por individuos y organizaciones conservadoras.

Para ejercer la censura aplican sus propios parámetros y algoritmos, que tienden a bloquear la libertad de expresión de los usuarios, entre los que se cuenta el mismo presidente Trump. 

Estas irregularidades recurrentes han obligado a Trump y a varios congresistas republicanos, a revisar la legislación existente de modo que se pueda aplicar efectivamente, para limitar la interferencia de las grandes empresas tecnológicas en los derechos de los estadounidenses. 

En este sentido, se revisa la sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones que se redactó en 1996. 

Así, se busca despojar a las redes sociales del privilegio que tienen como anfitriones de los mensajes de los usuarios, para que pasen a ser editores, lo que los haría perder ‘inmunidad’ y serían susceptibles a demandas por censura y calumnias.

Jose Hermosa – BLes.com

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