Ante la inquietud sobre si durante el gobierno de Barack Obama, como presidente de los Estados Unidos, aportó dinero a los grupos terroristas ISIS y Al Qaeda, la congresista Tulsi Gabbard de Hawai, veterana de la guerra de Irak, presentó los resultados de su investigación al respecto el año pasado.
Para conocer la situación real viajó a Siria, en misión secreta para trabajar en pro de poner fin al conflicto de casi seis años en Siria, y regresó devastada por la guerra, según Foreign Policy (FP) del 18 de enero de 2018.

Así, Gabbard se ha opuesto durante años al cambio de régimen en Siria, sosteniendo que solo se conseguirá mayor inestabilidad y peligro.
Para detener el financiamiento de los grupos rebeldes la representante presentó el proyecto de ley llamado “Stop Arming Terrorists Act” (Ley del Alto al armamentismo de los Terroristas), prohibiendo a su gobierno el suministro de recursos a los grupos militantes sunitas que trabajan para derrocar al régimen de Assad, como el Frente Levante, Jabhat Fateh al-Sham y Al Qaeda, según el mismo medio.

Igualmente, pide que no se trate de expulsar a Ásad sino que se elimine a ISIS y a Al Qaeda.
“Si Ásad es removido y derrocado, ISIS, al Qaeda, al Nusra – estos grupos extremistas islámicos entrarán directamente y se apoderarán de toda Siria. …serán aún más fuertes”, dijo la legisladora, en cita de CNN.
A su vez, Gabbard encontró afinidad en su postura respecto al asunto de Siria, con el presidente Donald Trump.
“Cuando no estoy de acuerdo con el presidente electo Trump en un asunto, no dudaré en expresar ese desacuerdo“, expresó “sin embargo, creo que podemos estar en desacuerdo, incluso fuertemente, pero aún así unirnos en asuntos que le importan al pueblo estadounidense y que afectan su vida diaria”, de acuerdo con FP.
Después de presentar los resultados de su visita a Siria y de las conversaciones sostenidas con el líder Bashar al-Ásad, la representante fue atacada por los de su propio partido, por defenderlo de las acusaciones de arrojar armas químicas en una zona controlada por los rebeldes, según Fox News, del 9 de abril de 2017.
En particular Neera Tanden, ex consejera de confianza de la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, y el ex presidente del Comité Nacional Demócrata Howard Dean se unieron contra Gabbard en Twitter por su postura hacia Siria.
“Gente del 2º distrito de Hawaii – ¿no fue suficiente para ti que tu representante se encontrara con un dictador asesino? ¿Esto te moverá?”, dijo Tanden en un tweet.

Financiación de Al Qaeda y filiales
Por su parte, para el entonces presidente demócrata Barack Obama y los líderes del Congreso cualquier resolución al conflicto en Siria debe resultar en la salida de Assad, según la publicación de FP.
De acuerdo con este lineamiento, el Foro de Oriente Medio denunció que el gobierno del ex presidente estadounidense Barack Obama aprobó en 2015 una subvención de US$ 200.000 a un afiliado de Al-Qaeda en Sudán, sabiendo que financiaba el terrorismo.

En el 2004, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, incluyó a la Agencia de Ayuda Islámica (ISRA) a la lista de organizaciones que financian el terrorismo, que en años anteriores había recaudado millones de dólares para sus actividades.
A pesar de ello, continuó recibiendo fondos de los contribuyentes estadounidenses aún hasta el 2014, cuando recibió 200.000 dólares a través de USAID, y en el 2015 otros 115.000 dólares, de acuerdo con el mismo Foro de Oriente Medio.
Financiación a ISIS
Ben Rhodes, quien durante mucho tiempo fue asesor adjunto de seguridad nacional en la Casa Blanca bajo Obama, admitió que la Administración Obama financió -directa o indirectamente- a la agrupación terrorista ISIS.

“¿Has intervenido demasiado en Siria? Debido a que la CIA gastó cientos de millones de dólares para financiar y armar a los rebeldes anti-Assad, muchas de esas armas, como usted sabe, terminaron en manos de grupos yihadistas, algunas incluso en manos de ISIS” le dijo la periodista Mehdi Hasan a Rhodes, en entrevista del 22 de enero de 2018, según FP.
“Sus críticos dirían que usted exacerbó esa guerra de poder en Siria; prolongaste el conflicto en Siria; Terminaste fortaleciendo yihadistas”, añadió, a lo que Rhodes respondió con un casi inaudible: “Sí…”.
Encubrimiento de Hezbolá
Hezbolá, un grupo guerrillero islámico chiíta es acusado de muchos actos terroristas, entre ellos el ataque suicida a la embajada estadounidense en Beirut que dejó 250 muertos.

El medio Politico investigó que en el año 2008, la Dirección de Lucha contra las Drogas tenía pruebas de que Hezbolá era una organización militar y política, centrada en Oriente Medio, y un sindicato delictivo internacional que, recaudaba 1.000 millones de dólares al año del tráfico de drogas y armas, el blanqueo de dinero y otras actividades delictivas, contando con el apoyo estatal de Irán.
Pero cuando los funcionarios de inteligencia solicitaron la aprobación de algunas investigaciones, enjuiciamientos, arrestos y sanciones financieras importantes, los de los departamentos de Justicia y Hacienda de la Administración Obama retrasaron, obstaculizaron o rechazaron sus solicitudes, durante 8 años.
David Asher, quien ayudó a establecer y supervisar las operaciones legales dijo que: “Esta fue una decisión de política, fue una decisión sistemática”, según Politico.
“Destrozaron en serie todo este esfuerzo que estaba muy bien apoyado y dotado de recursos y se hizo de arriba hacia abajo”, agregó el asesor.

Por su parte, el entonces director de la CIA, John Brenan recomendó ampliamente a Hezbolá, recomendando “mayor asimilación de Hezbolá en el sistema político del Líbano“.
Adicionalmente los funcionarios se negaron a designar a Hezbolá como una “importante organización criminal transnacional” y bloquearon otras iniciativas estratégicas que habrían dado al grupo de trabajo herramientas legales adicionales, dinero y mano de obra para luchar contra ella, de acuerdo con el mismo medio.
Igualmente, Katherine Bauer, ex funcionaria del Tesoro dijo que “bajo la administración de Obama …. estas investigaciones [relacionadas con Hezbollah] fueron aplastadas por temor a sacudir el barco con Irán y poner en peligro el acuerdo nuclear“.

Por otro lado, Politico informó que el expresidente venezolano Hugo Chávez, ahora difunto, era cómplice de Mahmoud Ahmadinejad, mandatario de Irán, y Hezbollah, en el tráfico de cocaína y otras actividades destinadas a socavar la influencia de Estados Unidos.
Y que en 2007, la aerolínea estatal venezolana Conviasa transportaba semanalmente drogas y efectivo desde Caracas a Teherán vía Siria, por lo que la llamaban “aeroterrorismo”, porque regresaban con armas, con miembros de Hezbolá y operativos iraníes.
La administración Obama bloqueó el enjuiciamiento a los cabecillas que traficaban drogas y blanqueaban millones de dólares en sus actividades.

¿También en Colombia?
Pareciera que con fondos de los contribuyentes estadounidenses el gobierno de Barack Obama también financió al grupo marxista guerrillero colombiano FARC.
La entidad no gubernamental ‘Judicial Watch’ (JW) de Estados Unidos, fue atacada por la organización colombiana ‘Dejusticia’ -financiada por el mutimillonario izquierdista Geoge Soros– por exponer sus vínculos con las FARC.

Dejusticia, habría tomado fondos ofrecidos por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), a través del Departamento de Estado durante el gobierno de Barack Obama.
La denuncia -descrita por JW en su página- destaca que estos programas apoyaron a la guerrilla marxista que asoló a Colombia a sangre y fuego por más de medio siglo, y con la cual se celebró un acuerdo de paz.
Las acciones de la Administración Trump
Funcionarios del presidente Trump se habrían acercado a los antiguos investigadores que seguían las causas contra Hezbolá y que fueron diseminados, para recontruir su tarea, dentro del llamado Proyecto Cassandra, lo que al parecer no será tarea fácil.
David Asher, un analista del Departamento de Defensa especializado en financias ilícitas, Jack Kelly, un agente veterano y supervisor de la DEA, organismo de los Estados Unidos en lucha contra los traficantes de drogas, y Derek Maltz, el antiguo jefe de Operaciones Especiales de la DEA, fueron parte del Proyecto Cassandra.
“Creerán hasta la muerte que fuimos cerrados por el acuerdo con Irán“, dijo Maltz. “¿Mi instinto? Mi instinto como hombre haciendo esto durante 28 años es que ciertamente contribuyó a por qué nos dejaran de lado y nos separaran. No hay duda en mi mente” concluyo.
Como era de esperarse, el informe final de la administración Obama, que sigue siendo clasificado, minimizó los vínculos operativos de Hezbolá con el narcotráfico, lo que a su vez marginó aún más el papel de la DEA en la lucha contra el narcotráfico, según un ex funcionario del Departamento de Justicia y otras personas familiarizadas con el informe.
Una vez que la administración Obama dejó el cargo, en enero de 2017, el atasco de los casos del grupo de trabajo pareció romperse, y varios miembros del grupo de trabajo dijeron que no era una coincidencia.
José Ignacio Hermosa – BLes
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