Sonny Perdue, el Secretario de Agricultura de los Estados Unidos inició una nueva etapa en la historia del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), que ahora procura incentivar la productividad de los ciudadanos que necesitan de él, en vez de perpetuar la actitud de pobreza que condena a los beneficiarios a depender interminablemente del sistema de ayudas.
De este modo el alto funcionario recibió del presidente de la nación el encargo de reorientar la práctica del asistencialismo, que se ha convertido en el reparto de ayudas alimentarias a las personas que no reciben ingresos, hacia una oportunidad para que las mismas personas recuperen su dignidad y aporten de su esfuerzo personal 20 horas de trabajo a la sociedad que las apoya a través de SNAP.

En este sentido, el presidente Donald Trump expresó la idea de la implementación de la Ley que le encomendaba a su colaborador.
“Millones de adultos en edad de trabajar, sanos, continúan recolectando estampillas de comida sin trabajar o incluso sin buscar trabajo. Nuestra meta es llevar a estos estadounidenses de la dependencia a la independencia y a un trabajo bien remunerado y una carrera gratificante”.
La concepción de la contribución de los ciudadanos implica que las personas entre los 18 y los 49 años, deben trabajar 20 horas a la semana para ganarse la subvención alimentaria del SNAP.
El propósito es, entonces, el de retornar a la idea bipartidista que inspiró a republicanos y demócratas en el 1996 de proporcionarles a sus ciudadanos en dificultades económicas el respaldo requerido.
Darles “una segunda oportunidad, no una forma de vida“, lamentablemente en esto último se convirtió a causa de la flexibilidad administrativa, de acuerdo con la reseña emitida sobre el tema por la Casa Blanca.
La sociedad estadounidense se ha beneficiado económicamente de las políticas económicas puestas en marcha por la administración Trump, que han llegado a los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Así, los afrodescendientes, los hispanos, los trabajadores con poca preparación académica y otros grupos minoritarios tradicionalmente marginados de los beneficios monetarios comunes a la mayoría de los ciudadanos, también han experimentado una mejora en su nivel de vida.
Esa misma integración y promoción social es la que se quisiera que se expanda e involucre a todos los miembros de la sociedad estadounidense, incluyendo al segmento de quienes dependen de las subvenciones alimentarias suministradas por el Sistema de Nutrición.
En la práctica, los beneficiarios utilizan una tarjeta de Transferencia Electrónica de Beneficios (ETB, por la sigla en inglés), con la que obtienen alimentos elegibles en tiendas minoristas o mercados de agricultores especializados, el servicio aplica para ciudadanos y para extranjeros legales, residente en el país, según el Departamento de Servicios Humanos de Oklahoma.
José Ignacio Hermosa – BLes
Ir a la Portada BLes.com.