Redacción BLes- En una nueva muestra de las políticas de izquierda atentando contra las tradiciones y la religión, el gobierno de Los Ángeles insta a sus ciudadanos a no asistir a los servicios religiosos, argumentando que son lugares de trasmisión del virus PCCh.
Los funcionarios de salud pública del condado de Los Ángeles realizaron pedidos expresos a los residentes para que eviten asistir a los servicios religiosos. El controvertido pedido atenta contra la histórica tradición de los cristianos estadounidenses y de los propios padres fundadores de la patria.
El pedido es doblemente polémico en el caso de Los Ángeles, porque además de atentar contra las tradiciones y los derechos individuales de libertad de credo, la solicitud se produce luego de los fallos judiciales que revocaron las prohibiciones del culto impuestas por el gobierno demócrata con anterioridad.
“No importa lo que diga un juez de la Corte Superior y dado lo que está sucediendo ahora, es simplemente demasiado arriesgado reunirse en el interior con otras personas que no viven con usted”, dijo el jueves el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles en un comunicado.
“Ahora, lamentablemente, no es el momento de asistir a servicios religiosos cerrados”, continuaron los funcionarios de salud en el comunicado. “El condado de Los Ángeles se encuentra en medio de su mayor aumento de casos de COVID-19. Las salas de emergencia y los hospitales locales están sobrepoblados. Y no hay indicios de un final a la vista del aumento actual”.
Los argumentos para instar a la población a encerrarse en sus casas y no asistir a reuniones familiares o religiosas durante la Navidad, se basan en un supuesto aumento de casos de contagio del virus PCCh, aunque los números son cada vez más dudosos y gran parte de la población no los considera válidos.
La realidad es que el lineamiento político general planteado por los demócratas en todas sus jerarquías apunta a romper con las tradiciones, los valores familiares y la creencia en Dios. La excusa del virus PCCh y el miedo que están instaurando en la sociedad con la complicidad de los medios de comunicación, es la excusa perfecta para imponer su agenda.
Recientemente el polémico Dr. Fauci, aceptado como la autoridad sanitaria más respetada por los demócratas e izquierdistas, recomendó durante una entrevista con el Washington Post, ni siquiera encontrarse con el núcleo íntimo de la familia para compartir la Navidad. Lo cual resulta un planteo descarado que intenta romper con la tradición religiosa más importante de la cultura cristiana.
Advirtió que los estadounidenses deben mantenerse alejados de sus propios hijos durante la Navidad y aseguró que él mismo pasará Nochebuena y Navidad solo junto a su esposa.
Con el mismo pretexto, un mes atrás, el ex vicepresidente Joe Biden emitió una serie de declaraciones polémicas, instando a la población americana a eliminar las “tradiciones familiares” en Acción de Gracias, alegando que es “literalmente nuestro deber patriótico”.
“Este año les pedimos a los estadounidenses que renuncien a tantas de las tradiciones que hemos hecho durante mucho tiempo en esta festividad”, fueron las polémicas palabras de Joe Biden.
Mientras los demócratas llaman a romper con las tradiciones familiares y religiosas, la administración Trump durante los últimos cuatro años trabajó de modo incansable para recuperar los valores de los padres fundadores de la patria y romper con las amenazas extranjeras globalistas que atentan contra nuestras sanas costumbres.
Ya en su primera proclamación en 2017, el presidente Trump llamó a los estadounidenses a “buscar la protección, la guía y la sabiduría de Dios” y reconoció al Todopoderoso como la raíz de las bendiciones de la nación.
Andrés Vacca-BLes.com