Mientras Biden analiza reinstituir el acuerdo nuclear que firmó Obama en 2015, un nuevo informe revela que Irán tiene un nivel preocupante de combustible para bombas nucleares.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia atómica de la ONU que encabeza el argentino Rafael Grossi, informó este jueves que Irán tiene reservas preocupantes de uranio enriquecido, muy por encima de lo que se pactó en el acuerdo nuclear con Barack Obama en 2015.

Las reservas incluyen material enriquecido al 60%, extremadamente cercano al nivel que pueden ser usados como combustible para una bomba nuclear, que requiere una pureza entre 80 y 90%.

El organismo dijo en su último informe sobre el programa nuclear de Irán que “estimaba que, a 15 de mayo de 2022, las existencias totales de enriquecimiento de Irán eran de 3.809,3 kilogramos”. El límite en el acuerdo de 2015 se fijó en 300 kg de un compuesto específico, el equivalente a 202,8 kg de uranio, lo cual implica que Irán construyó unas reservas 18 veces más grandes que las permitidas.

En un informe del OIEA, los inspectores internacionales precisaron que el uranio enriquecido al 60% alcanzaba el 15 de mayo pasado los 43,1 kilos, un 23,7% más que a comienzos de marzo, cuando se difundió el anterior reporte trimestral.

En el caso del uranio enriquecido al 20%, la subida registrada en las últimas semanas fue la más notable, al pasar de 182,1 kilos a 238,4 kilos, un 31% más que a comienzos de marzo.

El régimen teocrático asegura que las reservas son utilizadas con fines pacíficos para crear energía, pero ninguna central del mundo requiere uranio enriquecido por encima del 5%, y menos la Central Nuclear de Bushehr, que utiliza uranio al 1,5%.

El acuerdo nuclear de 2015, negociado por la administración del entonces presidente Barack Obama con el apoyo de las potencias europeas, de Rusia y de China, prometía ayudas económicas a la dictadura iraní a cambio de que el régimen teocrático ponga un tope a las reservas de uranio.

Sin embargo, en 2018, cuando Israel presentó ante la ONU evidencia de que Irán había aceptado el dinero de Washington mientras seguía enriqueciendo uranio de manera clandestina, Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo e impuso importantes sanciones unilaterales, incluso sobre el petróleo iraní, ya que los reportes indicaban que el 100% de las operaciones de enriquecimiento estaban financiadas con las ventas de combustibles.

A pesar de la salida de Estados Unidos, el acuerdo no fue desmantelado. Irán continúa recibiendo dinero de Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China, a cambio de no elevar las reservas de uranio, que está haciendo ya abiertamente. Mientras tanto, Biden evalúa volver al acuerdo, a pesar de que Irán no tiene intenciones de frenar la producción de combustible nuclear.

Fuente: La Derecha Diario

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