Van cuatro días de juicio y una de las presuntas víctimas contó cómo la pareja la llevó a ser parte de la red de tráfico sexual. Por este caso, la excompañera del empresario y abusador de menores Jeffrey Epstein se enfrenta a una posible condena de 80 años de cárcel
«Entre 1994 y 2004, la acusada explotó sexualmente a chicas jóvenes a las que manipuló para entregarlas a Epstein», con esta frase la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York dio inicio a su testimonio en el juicio contra Ghislaine Maxwell, expareja y «mano derecha» del empresario y abusador de menores Jeffrey Epstein —quien se suicidó en una celda en 2019—. Van cuatro días de juicio y por el estrado pasó una de las presuntas víctimas y varias personas relacionadas a la ostentosa vida del magnate.
Las mansiones en Manhattan y Palm Beach fueron los escenarios de los abusos, según testimonio de las víctimas. Una de ellas, identificada con el pseudónimo de «Jane» declaró que todo comenzó a sus 14 años cuando conoció a la pareja durante un campamento de verano para niños con talento artístico en Michigan, financiado por Epstein.
Semanas después del campamento — Maxwell y Epstein— la invitaron junto a su madre a tomar un té y le explicaron que el empresario quería ser mentor de jóvenes artistas. Luego Jane recibió invitaciones para ir sola a la mansión en Palm Beach, el resto es una historia de abusos con la supuesta participación directa de Ghislaine Maxwell. «Parecía muy casual, como si fuera muy normal, como si no fuera gran cosa», dijo. «Me hizo sentir confusa porque eso no me parecía normal».
No hace falta entrar en demasiados detalles, pero basta con saber que luego, venían las dantescas escenas sexuales. El caso —que ha sido relacionado con figuras como el príncipe Andrew, el expresidente Bill Clinton y el fundador de Microsoft, Bill Gates— se volvió tan mediático que según la reseña de EFE la jueza que dirige el caso, Alithon Nathan, ordenó habilitar «media decena de salas para poder seguir la vista a través de un circuito cerrado de televisión».
Cuarto día del juicio de #ghislainemaxwell en #NYC
Una experta, sicólogo, subió al estrado para testificar sobre el daño sicológico causado a las víctimas que son 'preparadas' para abusar ser abusadas sexualmente #jeffreyepstein#GhislainMaxwellTrial pic.twitter.com/6cwaKVlW2F— Maibort Petit (@maibortpetit) December 2, 2021
«Obsesionada con Epstein»
Sobre Maxwell de 59 años pesan seis cargos, entre ellos, el de tráfico sexual de menores. Si es declarada culpable podría recibir hasta 80 años de cárcel. «Era peligrosa, y estaba preparando niñas para un depredador», aseveró la ayudante del fiscal Lara Pomerantz.
Ambos calificativos coinciden con la percepción que tuvo Christina Oxenberg, hija de la princesa Isabel de Yugoslavia y prima de nada menos que del príncipe Andrew, duque de York e hijo de la reina Isabel II. Ella escribió un libro titulado «Trash. Encounters with Ghislaine Maxwell» donde contó cómo conoció a la acusada.
En resumen, Oxenberg la apodó como «la reencarnación del diablo». «Lo que ha hecho es tremendamente maquiavélico. Me da asco hablar de una depredadora sexual femenina», declaró recientemente a El Español. Ambas coincidieron en 1990, pero no fue sino hasta 1997 que Maxwell la quiso contratar como escritora fantasma para una autobiografía.
«Ella me dijo que su motivación para hacer ese libro fue que Jeffrey la viera bajo una luz diferente», contó Oxenberg, según una reseña del libro hecha por Fox News. «Elevaría su estatus. De hecho, dijo: ‘Esto me elevará a los ojos de Jeffrey. Y de esta manera, él se casará conmigo. Quiero que se case conmigo’».
Oxenberg relató no haberse imaginado que Maxwell usaba menores de edad para satisfacer a su pareja. Pero sí se percató de que «Ghislaine estaba obsesionada con Jeffrey Epstein». Finalmente, la prima del príncipe Andrew cortó los lazos. Pero explicó al diario español el por qué del título de su libro. «Ghislaine llamaba a las chicas trash (basura)».
En medio del juicio por tráfico sexual, una mujer contó que fue abusada sexualmente por Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein cuando tenía 14 añoshttps://t.co/7pySzH09Su
— CNN en Español (@CNNEE) December 1, 2021
¿Chivo expiatorio?
La defensa de Maxell, hija del fallecido propietario de medios y estafador, Robert Maxwell, alega que su cliente está sirviendo de «chivo expiatorio» por los delitos cometidos por Epstein. Casos que incluso quedaron registrados en un documental de Netflix.
También hablan de testimonios influenciados por dinero «para cobrar millones del fondo creado para las víctimas de Epstein». Agregaron que «los recuerdos se desvanecen con el tiempo», y en este caso, «no solo los recuerdos se desvanecieron, sino que han sido contaminados por información externa».
Pero el testimonio de «Jane» no es el único. Hay más mujeres que dicen haber sido víctimas. Como el caso de Teresa Helm, quien cayó bajo el mismo modus operandi de halagos y cumplidos, según dijo a BBC. «Ahora sé con certeza que fue la táctica de una maestra de la manipulación, que era parte de su papel».
Oriana Rivas – Panampost.com