Más de 500 criminales acompañan a los integrantes de la caravana que ahora esperan en la ciudad mexicana de Tijuana para diligenciar la solicitud de asilo en los Estados Unidos, avisaron los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de ese país, DHS por la sigla en inglés.
También describieron que la mayoría son hombres, adultos y adolescentes solteros, que usan a las mujeres y los niños al frente del grupo para hacer conmovedora la escena ante los medios de comunicación. La información se entregó telefónicamente, tal como lo divulga Fox News.
“La mayoría de los miembros de la caravana no son mujeres ni niños”, dijeron los entrevistados de acuerdo con el mismo medio.

“Todas las opciones legales están sobre la mesa y hemos estado negociando con todos nuestros socios en Centroamérica sobre la manera de lidiar con la caravana”, agregó un portavoz de la entidad federal de los Estados Unidos.
Se calculan en 6.000 las personas que ya se encuentran en la frontera norte de México, en la ciudad de Tijuana, junto al cruce fronterizo de San Ysidro.
Por su parte, Kirstjen Nielsen, Secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, se refirió a las acciones perturbadoras efectuadas por algunos de los migrantes, y aseguró que hará cumplir las disposiciones vigentes en materia de inmigración a su país.
“Desafortunadamente, algunos miembros de la caravana están causando deliberadamente interrupciones en nuestros puertos de entrada fronterizos. Hay una manera legal e ilegal de entrar a los Estados Unidos. Hemos desplegado fuerzas adicionales para proteger nuestra frontera. Haremos cumplir todas nuestras leyes”, fueron las palabras de la funcionaria, según el mismo medio.

Los habitantes de la ciudad anfitriona no están conformes con el arribo de la gran cantidad de centroamericanos que, ahora se sabe, han de esperar durante meses para definir su situación legal, bien sea que se les conceda el asilo en Estados Unidos o se radiquen definitivamente en México.
Ya se han presentado fricciones entre los pobladores y los inmigrantes, y varias manifestaciones públicas de rechazo.

Por otro lado, Juan Manuel Gastélum, el alcalde de la ciudad tampoco es acogedor con los recién llegados, y sopesa si convocará un referéndum para que los ciudadanos definan su situación con respecto al nuevo fenómeno social que se presenta en su territorio.
Es de esperar que la situación se agudice con la llegada de los caminantes que se acercan y que tal vez hagan que la multitud alcance a las 10.000 personas.
A su vez, Alden Rivera, el embajador de Honduras en México, dijo el 17 de noviembre que 1.800 hondureños han retornado a su país, después de que salieran hacia el norte el 13 de octubre, y esperan que más personas regresen. “Queremos que regresen a Honduras”, dijo el embajador, de acuerdo con Daily Mail.
José Ignacio Hermosa – BLes