Redacción BLes – El sábado 27 de octubre 150 encapuchados violentos irrumpieron en una pacífica marcha por el centro de Santiago de Chile que, bajo el lema ‘Por una generación que conozca a Dios’, protestaban contra el aborto y la ideología de género en las escuelas.
Esta marcha, que sucedió simultáneamente en 30 ciudades de todo el país, se celebra cada año en conmemoración del ‘Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes’.
La edición de este año 2018, que concentró a unas 3.000 personas en la capital chilena, tenía el foco en el rechazo a los proyectos de ley contra el aborto.
El parlamento chileno aprobó el año pasado una ley que legaliza el aborto en los supuestos de riesgo de vida para la madre, inviabilidad fetal o en caso de violación.
Sin embargo, ya se está discutiendo acerca de proyectos de ley para ampliar y liberalizar esta práctica.
En este sentido Alan Roldán, organizador del evento comentó a la Agencia Católica de Informaciones (ACI) en América Latina: “Los recorridos de la marcha buscan hacer visible el posicionamiento de la comunidad evangélica en la sociedad y su convicción de ser parte de las decisiones que está tomando el país respecto de distintos temas”.
El evento consistía en cuatro columnas que marchaban desde los cuatro puntos cardinales hacia un mismo punto central, la Plaza de la Ciudadanía.
Según fuentes policiales, un numeroso grupo de encapuchados violentos se unieron a la columna que venía de oriente sobre las 17:00 hora local y comenzaron a atacar a los participantes, entre los que se encontraban muchos niños, familias, mujeres embarazadas y personas de edad avanzada, informó Aciprensa.
“Un grupo de 150 antifascistas y anárquicos se agruparon rápidamente en el lugar, comenzando a arrojar elementos contundentes, atacando a civiles participantes y personal de Carabineros, resultando lesionados por pedradas dos adultos masculinos, siendo trasladados en ambulancia particular a la Posta Central”, informó este mismo medio.
Tras la detención de 19 atacantes, la situación se normalizó sobre las 18:30 horas, dejando niños aterrorizados y un policía herido.
En un comunicado, el equipo organizador del evento, compartió: “Nos sentimos profundamente afectados porque actos de violencia como los ocurridos, han empañado nuestra celebración”.
También aclaró que “los grupos extremistas asociados a estos incidentes no pertenecen ni tienen relación alguna con Marcha por Jesús”.

Por su parte, la Unidad de Ministerios Infantiles de Chile (Umich) señaló en un comunicado que “la violencia inicial se dio contra niños y niñas, incluso familias con bebés, quienes vieron cómo esta turba se dirigía directamente en contra de ellos, sobrepasando la escasa presencia policial, debiendo correr a protegerse en edificios aledaños”, recogió el medio Aciprensa.
“Los padres hasta hoy continúan al cuidado de sus hijos afectados por el impacto de verse expuestos a ataques de encapuchados con bencina, piedras, palos, gritos, bombas y fuego”, afirmó la directora de Umich, Carol Espinaza.
El presidente de Chile también expresó su condena en un tuit, junto con su repulsa por el ataque en una sinagoga judía en Estados Unidos.
Sin embargo, y según denunció el excandidato presidencial José Antonio Kast que asistió a la marcha, la condena del gobierno hacia el ataque tardó más de 15 horas en producirse.