Redacción BLes – International Planned Parenthood Federation (IPPF), la multinacional del aborto más grande del mundo, invirtió en los últimos diez años más de 5 millones de dólares para promover la despenalización del aborto en Argentina, tal como informan los reportes financieros de dicha corporación citados por la Agencia Católica de Informaciones (Aci Prensa).
Aunque para las leyes de Argentina, el aborto en caso de riesgo de vida de la mujer, violación o atentado contra el pudor cometido sobre una mujer con problemas mentales ya es “no punible”, el Congreso está discutiendo el proyecto de despenalización del aborto desde abril, que será votado este miércoles 13 de junio.
En Argentina, entre los principales beneficiados por los aportes de IPPF están la Fundación para la Salud del Adolescente (FUSA), Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y la Asociación Civil Pro Amnistía; todas ellas promueven el aborto legal y también hacen lobby para que la ley sea aprobada.

En su sitio web, la IPPF señala que FUSA desde 2010 es Asociación Miembro de IPPF en Argentina. Sin embargo, recibe dinero de la multinacional del aborto desde 2008, sumando hasta la actualidad 3.503.626 de dólares. La asociación cuenta con un centro médico en Buenos Aires (Casa FUSA) y apoya abiertamente la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito.
Por su parte, Católicas por el Derecho a Decidir en Argentina (CDD) recibió de 2008 a 2015 -a excepción del año 2012- la cifra de 1.194.015 de dólares. En su sitio web, esta organización abortista se autodenomina un “movimiento autónomo de personas católicas, feministas” que apoya el derecho a decidir en los derechos “sexuales y reproductivos, desde una perspectiva de género y teología progresista”. En Latinoamérica, esta red funciona en México, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Nicaragua y Paraguay.
En tanto, el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) recibió dinero de IPPF en 2008, 2014 y 2015. En total, 190.202 dólares.
Asimismo, la Asociación Civil Pro Amnistía recibió en 2014 y 2015 la suma de 99.850 dólares de parte de IPPF. En esta entidad funciona Amnistía Internacional, promotora del aborto en varios países.
Otras organizaciones que han recibido financiamiento de IPPF son Fundación Huésped, que impulsa la campaña Aborto Sin Barreras, el Fondo de Mujeres del Sur, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Fundación Universidad de Palermo.
Financiamiento cuestionado
Un informe de la organización Unidad Provida, una red argentina que congrega unas 100 ONG a favor de la vida, señala que “las estimaciones más amplias sobre el aborto clandestino en nuestro país estiman un negocio de 1.500 millones (de pesos argentinos que equivalen a unos 61 millones de dólares)”.
Haciendo una proyección, Argentina se convertiría en un mercado de unos 220.000 millones de dólares por el aborto legal, un negocio mucho mayor que el del aborto clandestino, usando el dinero de todos los contribuyentes, destaca la ONG.
Las entidades que integran Unidad Provida repudian la interferencia de organizaciones extranjeras en el Congreso de la Nación con el debate en torno al aborto, sus presiones sobre diputados y sus transferencias de fondos para el financiamiento de actividades proselitistas y denuncian el lobby que realiza Planned Parenthood en Argentina.
Además, cuestionan el proyecto de ley para legalizar el aborto, ya que conserva las características extremas del proyecto original: avala el aborto hasta el noveno mes de gestación y a mera demanda, mantiene la eliminación sistemática de personas con discapacidad y persigue bajo amenaza de prisión a los profesionales de la salud que se nieguen por razones de conciencia.
Unidad Provida propone promover acciones superadoras que respeten los derechos humanos de todos: educación y prevención, mejoras del sistema de salud materna y de adopción; atención y contención especializada para las embarazadas y sus niñas y niños por nacer en situación de vulnerabilidad. Destaca que este es el único modo efectivo de combatir la mortalidad materna.
¿A qué se dedica en verdad Planned Parenthood?

La imagen de esta organización se vio dañada en 2015, cuando una investigación del Center for Medical Progress (CMP) hizo públicos unos videos que destaparon un negocio que mueve sumas de dinero escalofriantes.
David Daleiden, investigador del CMP, grabó y difundió una serie de vídeos -con cámara oculta- en los que se pueden ver cómo los directivos y médicos de Planned Parenthood discuten la venta de órganos y tejidos de fetos abortados sin consentimiento, hacen chistes y bromas sobre ello y explican la “mejor manera” de desmembrar y vender sus partes después de quitarles la vida.
A pesar del escándalo, los principales medios de comunicación intentaron no darle demasiada difusión a estos vídeos, mientras que las organizaciones provida en Internet y los medios independientes los han promovido. La versión de la presidenta de Planned Parenthood, Cecile Richards, a estas acusaciones, es que los órganos de los bebés son “donados” a las universidades y empresas de investigación científica. En el pasado mes de enero, Richards anunció su renuncia para hacerse efectiva en mayo de 2018.
La semana pasada, la organización provida Live Action publicó el informe de 29 páginas titulado “Aiding Abusers: Planned Parenthood’s Cover-Up of Child Sexual Abuse” (Ayudando a los abusadores: el encubrimiento de Planned Parenthood del abuso sexual infantil), que presenta casi dos décadas de investigación y contiene testimonios de exempleados de Planned Parenthood, casos judiciales en los que se acusó a la organización de negligencia por no informar sospechas de abuso, con imágenes en video encubiertas de investigaciones anteriores y declaraciones de mujeres cuyos abusos no fueron denunciados a las autoridades.
Según el informe, en Estados Unidos, Planned Parenthood fue cómplice de encubrimiento de trata de personas con fines sexuales y encubrimiento de abuso sexual infantil. Los empleados de Planned Parenthood fueron grabados en múltiples lugares ayudando a traficantes e instigando el sexo infantil.
Entre las empresas cómplice del negocio abortivo que realizan donaciones, que representan más del 25% de los ingresos anuales de Planned Parenthood, se encuentran grandes multinacionales como Starbucks, Levi Strauss, PepsiCo y American Express. También Adobe, Avon, Converse, Groupon y Microsoft, entre otras.
Desde el 2012, la lista de empresas que financian a Planned Parenthood no ha variado, la única valiente ha sido la cadena de las tiendas más grandes del mundo, Macy’s. Según informó el sitio conservador Actuall, a finales de 2016, Macy’s confirmaba que ya no iba a donar más dinero a Planned Parenthood, una decisión que tomaron a raíz de vídeos encubiertos que mostraban a sus ejecutivos de alto nivel vendiendo corazones, pulmones, hígados y otras partes del cuerpo de niños abortados.