La “Fábrica Argentina de Aviones” fue un referente a nivel mundial del desarrollo aeronáutico a principios del siglo 20. En América Latina se posicionó como la primera de su tipo.

Al iniciar sus operaciones, bajo las órdenes de un gobierno que aprovechó la salida de la crisis mundial de posguerra, la “Fabrica Argentina de Aviones” (Fadea) se destacó por su innovadora perspectiva acerca del desarrollo aeronáutico en todo el globo.

Su historia comienza en 1926 con la creación de una comisión que impulsaba la formación de una fábrica militar de aviones.

Una vez aprobado el proyecto, se comenzó la construcción de la planta el 2 de enero de 1927 y se iniciaron operaciones el 10 de octubre del mismo año.

La Fadea inicialmente construyó aeronaves bajo licencias europeas, pero hacia el año 1931 diseñaba sus propios aviones. En 1933 se logra un hito histórico al protagonizar su primer vuelo entre Buenos Aires y Río de Janeiro.

Culminada la segunda guerra mundial, la Fadea aprovechó la diáspora de los ingenieros aeronáuticos alemanes, algunos acusados de ayudar a Hitler, e inicia proyectos de altísimo nivel tecnológico.

Prototipo I.A.-36 Cóndor, proyectado por Kurt Tank a fines de 1951 como aeronave de pasajeros que podría alcanzar los 950 km-h (Wikipedia)

En Estados Unidos la tecnología para construir aviones supersónicos ya daba sus primeros pasos. En Argentina no era descabellado pensar en alcanzar dicho nivel de avance gracias al camino recorrido por la Fadea y a su amplio apoyo a la perspectiva ingenieril lograda por los ingenieros alemanes durante la guerra.

Para 1950 Fadea tenía algunos de los diseños más avanzados del mundo, a pesar de esto, muchos de ellos no lograron pasar a producción, en gran medida a los obstáculos burocráticos y políticos que empezaron a surgir por esos años.

Fabrica militar de aviones en Cordoba
Fabrica militar de aviones en Córdoba -Wikipedia-

La FadeA decidió no solo centrar su producción en aeronaves, también destinó parte de su capacidad operativa a la creación de automóviles y motocicletas sin dejar de lado otro tipo de vehículos como tractores para el campo.

Transcurridos múltiples desaciertos y retrasos a nivel tecnológico la empresa comenzó un periodo de estancamiento y, mientas otras aeronáuticas como la brasileña Embraer daban saltos agigantados en el mercado, la FadeA no lograba posicionarse.

Debido a su proceso de desgaste el gobierno de Carlos Menem, durante los años 90, decidió privatizar la compañía entregando gran parte de la participación accionaria a la norteamericana Lockheed.

Posteriormente el gobierno de Cristina Fernandez nacionalizó la compañía e intentó avanzar con nuevos proyectos.

La empresa ha construido un nuevo modelo llamado Pampa, con poco interés para los actores del mercado. Pampa 3 es el último de esta serie de aviones que tiene como enfoque el entrenamiento militar.

Hoy en día Fadea es una compañía con riesgo de ser liquidada, no obstante, su historia es un recordatorio de la grandeza obtenida por las empresas latinoamericanas de principios del siglo XX.

 

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